La posibilidad de activar la comisión de investigación sobre el 'caso Azud' ha provocado un intenso debate en el Parlamento valenciano. En presencia de las presiones de la concurso para intentar que se investigue en sede parlamentaria este caso de corrupción -que empezó siendo uno más del PP, pero que ha consumido salpicando asimismo al PSPV-, los grupos del Botànic han optado por estrategias dispares.
Mientras que Unides Podem y el PSPV han escrito que el acuerdo para crear la comisión establece que hasta que no se saliente el secreto de sumario no se puede poner en marcha la comisión, Compromís ha señalado que a ellos no les parece mal, siempre que se aclare con anticipación cuál es el plan de trabajo que tendrá la investigación.
Los valencianistas creen que lo que pretende el PP con su insistencia es agenciárselas el titular de que los partidos de izquierda se oponen a esclarecer lo sucedido. Sin retención, se muestran convencidos de que una vez se detalle quiénes tendrán que comparecer en Les Corts -esta mañana la síndica de Compromís ha donado varios nombres ligados al PP del pasado y del presente- los populares no tendrán ya tanto interés en dialogar sobre Azud.
Comparecencias
Compromís dice que tendrían que comparecer dirigentes del PP y no cierra la puerta a que acudiera asimismo Puig
Eso sí, preguntado por si estarían dispuestos a que asimismo fuera el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, Papi Robles no ha cerrado la puerta y ha señalado que se tendría que negociar.
Con todo, parece que a escasos meses de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas es complicado que haya un acuerdo para iniciar una comisión tan delicada y donde los dos grandes partidos tienen mucho a perder y poco que percibir.
Más factible es el acuerdo entre los grupos parlamentarios (sin contar con Vox) para restaurar el Consell de Transparencia en el primer pleno del periodo de sesiones. Aunque no es el único entraña caducado, existe emergencia por parte de los grupos para cesar del mismo a Carlos Flores Juberías. El recientemente predilecto candidato de la ultraderecha a las elecciones autonómicas fue designado en su día conseller de este organismo a propuesta del PP.
Ahora los populares no lo quieren, pero siquiera el resto de los partidos de izquierdas posteriormente de que se supiera que, abriles a espaldas, Flores fue condenado por violencia verbal contra su exmujer. Una condena que esta mañana los portavoces de Vox, por cierto, disculparon situándolo en un contexto de "divorcio conflictivo".
Aunque los grupos de izquierda preferirían que se renovaran todos los organismos pendientes y que no fuera el PP el que marcarán los tiempos, la solemnidad de la condena hará que no se pongan trabas y que Flores deje de ser en breve miembro del Consell de Transparencia.
Flores asimismo dimitirá, en breve, miembro de la Corporación Electoral pues es incompatible con ser el candidato de un partido que se presenta a las elecciones.
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