Consejos para evitar atragantamientos en niños

El atragantamiento de un pibe pequeño es un momento angustioso, muy temido por los padres y, por desgracia, muy habitual. Cuando los pequeños ingieren algún objeto pequeño o un alimento determinado, este puede quedarse atascado en las vías respiratorias del pequeño, causando una obstrucción que da ocasión a la asfixia.

Esta trae consigo episodios de tos, dificultad para respirar, palidez o bochorno del rostro, fanales llorosos e incluso pérdida del conocimiento. Como consecuencia de la equivocación de oxígeno en los pulmones y el cerebro, la asfixia podría impresionar a provocar daño cerebral o el fallecimiento del pibe. De hecho, la asfixia por atragantamiento es una importante causa de mortalidad pueril en menores de tres primaveras.



Sus vías respiratorias tienen un diámetro muy pequeño, por lo que es realizable que se obstruyan con determinados objetos o alimentos.







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Sus dientes todavía no están completamente desarrollados y no mastican tan admisiblemente los alimentos.







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Su curiosidad por descubrir el mundo les empuja a robar muchas cosas a la boca sin ser seguras para ellos.









Cómo evitar atragantamientos en niños pequeños

En primer ocasión, hay que enconarse los instintos protectores y alejar de su radio todos aquellos objetos pequeños con los que pueda atragantarse, incluso los menos pensados. Pilas, ordenanza, piezas pequeñas de juguetes, objetos de adorno pequeños, canicas, imanes de la fresquera, monedas, imperdibles, tapas de bolígrafos o rotuladores, joyas, globos, accesorios para el pelo como gomas u horquillas…

Respecto a los juguetes, asegúrate de que solo tiene paso a los que sean seguros en función de su antigüedad. Sobre todo si tienes más niños en casa, vigila que no le den al más pequeño carencia con lo que pueda atragantarse.

En cuanto a la comida, es importante que supervises al pibe siempre que esté comiendo y que lo haga sentado y erguido. No le des de manducar tumbado, ni mientras corre o juega. Si está hablando, gritando o llorando siquiera introduzcas alimento en su boca.

Todavía es fundamental trocear admisiblemente los alimentos y aprender cuáles no son adecuados para su antigüedad. Algunos de los alimentos con los que más se atragantan son las salchichas, las uvas, los frutos secos, las palomitas de maíz, el pierna y otros embutidos, gominolas, caramelos, cerezas, manzana, aceitunas, zanahoria cruda, pan, galletas, pescado (mucho cuidado con las penalidades) y trozos de carne demasiado grandes (recuerda cortarla en pedazos pequeños y retirarles los desasosiego y huesos).

Finalmente, resulta aconsejable aprender cómo efectuar en caso de que el pequeño se atragante. Pide consejo a su pediatra a este respecto. Todavía es de gran utilidad asistir a un curso de primeros auxilios para ilustrarse a proceder correctamente y a tiempo cuando un pequeño sufre un atragantamiento, ya que no es lo mismo para adultos que para niños.

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