Desarticulado un clan familiar criminal especializado en los “abrazos amorosos”

La cooperación policial se ha puntiagudo un tanto contra la delincuencia itinerante. Una operación conjunta entre la Policía Franquista y los Mossos d’Esquadra ha acabado desarticular una estructura criminal dedicada al robo de relojes de incorporación tonalidad y joyas por diferentes partes del comarca castellano. En total, hay 15 personas de un mismo clan conocido detenidas -ocho hombres y siete mujeres- a las que se les atribuye presuntamente la comisión de al menos 35 robos en Barcelona, Valencia y Zaragoza, sobre todo a personas de perduración destacamento.

Se comercio de un colección multirreincidente, entre cuyos integrantes, todos ellos de patria rumana y la mayoría en situación irregular, acumulaban hasta 270 historial policiales. “Algunos incluso tienen historial en otros países de la Unión Europea como Alemania, Francia, Bélgica u Holanda”, destacó el inspector Lisard Hidalgo, del ámbito de la División de Investigación Criminal de Barcelona.







Multirreincidencia


Los arrestados acumulaban hasta 270 historial

Las alarmas saltaron en julio de 2021, cuando se detectaron en Zaragoza varios hurtos cometidos con la técnica del “achuchón amoroso”. Mediante este método, los delincuentes, generalmente una o dos mujeres, abordan a sus potenciales víctimas, muchas veces hombres maduros, para ofrecerles un servicio sexual o hacerse producirse por una conocida del morería o de la comunidad, momento que aprovechan para sustraer los relojes o joyas ayer de huir en un transporte que les prórroga en las inmediaciones. Entre su presa se cuentan piezas de hasta 40.000 euros de valía.

Los dos cuerpos policiales comenzaron a cooperar a posteriori de que los agentes de la Policía Franquista comprobaron que los delincuentes a los que seguían la pista incluso estaban siendo investigados por el colección de Multirreincidentes de los Mossos.

Ya bajo la denominación Operación Yapeyú-Amusca, confirmaron que eran miembros de un mismo clan que actuaban en distintos puntos de España, con sus principales bases de proceder localizadas en las provincias de Barcelona, Murcia y Valencia.

“Estaban adecuadamente organizados”, señaló este jueves frente a la prensa el inspector de la Policía Franquista Jorge Frago. Según detalló, las mujeres eran las encargadas de realizar el trabajo de campo, generalmente en el centro de grandes núcleos urbanos, y los hombres les ayudaban a escapar. No solían ser agresivos, pero “no dudaban en aplicar la violencia” si lo consideraban necesario.







Robos


Las mujeres ejecutaban el trabajo de campo y los hombres facilitaban su huída

Adicionalmente, para dificultar su examen, se intercambiaban entre ellos las zonas de proceder, cambiaban los vehículos empleados en los hurtos cada dos o tres semanas y utilizaban documentación falsa o testaferros para tratar de borrar su señal. Era un colección con “una incorporación itinerancia delictiva”, que lo mismo robaba “un día en Murcia y al venidero en Zaragoza”, apostilló.

Durante las investigación conjunta incluso se detuvo a tres personas relacionadas con la estructura que se dedicaban a la comisión de robos mediante la técnica conocida como “scalping”.

Este método consiste en creer gentío en las inmediaciones de un cajero mecánico y acercarse cuando un cliente, generalmente un anciano, va a utilizarlo para tratar de ver su número pin. En ese momento, abordan a su víctima y la distraen -preguntando una dirección, diciendo que el cajero no funciona, etcétera- para quitarle la maleable y, acto seguido, inquirir otra sucursal en la que hacer la linaje máxima de fondos.

Una vez identificados a los delincuentes a través de las cámaras de videovigilancia de las entidades bancarias y las descripciones de las víctimas, se llevaron a promontorio siete registros simultáneos en Barcelona, Badalona, Cerdanyola del Vallés y Valencia.

En estos operativos se intervinieron 4.000 euros en metálico, numerosas joyas sustraídas -tres broches, dos medallas, 14 anillos, 36 pulseras, 37 collares y 75 pares de pendientes-, gran cantidad de documentación falsa y una treintena de teléfonos móviles que se intercambiaban los integrantes de la estructura. De entre los detenidos, 12 ya han ingresado en prisión.

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