Saltar a un entrenamiento con el himno del Barça, en el Camp Nou y con conocido en la rastra es particular para los jugadores. Poder ver de cerca, desde un división privilegiado, desde primera andana, una sesión de trabajo de tus ídolos es un regalo para los aficionados y aficionadas culés que pasa muy pocas veces. Las dos ilusiones pudieron cumplirse este primer lunes de 2023 en un cóctel navideño tradicional que es el entreno de puertas abiertas.
Si poco tiene el Barcelona de Xavi es que tiene el apoyo de su multitud. Pasa en cada partido oficial, donde el estadio prácticamente se llena (más de 88.000 personas el 31 de diciembre en el derbi). Y volvió a suceder esta mañana de Reyes anticipada donde 15.324 seguidores se acercaron al coliseo barcelonista, casi dos mil más que el año pasado. Había una gran entrada en Tribuna y igualmente en la primera graderío del pegado, repleta de pancartas hechas en casa y banderas.
Iniciativa solidaria
La cuestación de la caminata es para el Esquema Robots del Software de Bienestar Pediátrico de la Fundació del club
Además los jugadores ayudan a crecer la emoción. Cinco de los más importantes, y que más gustan y conectan con la cariño adolescente, como son De Jong, Lewandowski, Pedri, Gavi y Ansu Fati estuvieron juntos en el mismo rondo, lo que hizo las delicias de los espectadores. El punta polaco y el cerebro canario estuvieron haciendo toques con la comienzo mientras sus compañeros que no jugaron el derbi jugaban un partido en espacios reducidos.
“Parece que sea un sueño”, decía un escuincle. “Esto no se ve cada día”, comentaba su compañero, dándose cuenta del privilegio. Aunque en lo que todos coincidían era en su gran deseo para el 2023. “Percibir la Aleación”, es el deseo que piden los chavales al Barça.
Lo primero que hicieron los futbolistas, encabezados por Busquets y Sergi Roberto, los dos primeros capitanes (para los dos podría ser la última vez ya que los dos acaban arreglo), fue saludar a Noa y Jan por medio de los robots Pol y Joyce, gracias al Software de Bienestar Pediátrico de la Fundació del club. Esa iniciativa fue la beneficiaria de toda la cuestación de la caminata de puertas abiertas, ya que las entradas valían entre tres (para los socios) y seis euros. Lo extremo que hicieron ayer de meterse en los vestuarios fue regalar balones y firmar autógrafos.
Entre medio, Gavi, recuperado el impacto en la cadera que le obligó a retirarse en el derbi, Eric Garcia, que no jugó ni un minuto en el Mundial de Qatar, y Araújo, que el viernes recibió el reincorporación médica, se ejercitaron con normalidad, lo que es una gran anuncio para Xavi Hernández, que vigilaba cortésmente sus respectivas evoluciones, de cara al miércoles contra el Intercity en Alicante en la Copa del Rey, con eliminatoria a partido único.
“Estar en casa es importante para nosotros y nos da pudoroso para lo que viene ahora: la Copa, la tino al Musculoso y la Supercopa”, apuntó Eric Garcia, acordándose del calendario puntilloso que tiene el Barça, con tres o cuatro partidos allí del Camp Nou. “Es muy atún entrenar así. Es un plus de energía”, sumaba Koundé.
Tras el entrenamiento, los jugadores se repartieron entre ocho hospitales catalanes, desde Sant Joan de Déu al Parc Taulí de Sabadell, donde entregan obsequios. La última vez que los futbolistas del Barcelona visitaron a los niños pacientes en los centros hospitalarios fue en enero de 2020, ayer de que llegase el coronavirus.
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