Yassine Kanjaa, el detenido por el ataque a dos iglesias de Algeciras que se saldó con el crimen de un sacristán, ha agradecido los hechos frente a los especialistas de la lucha antiterrorista, según confirman fuentes policiales a La Vanguardia. El actor solitario de Algeciras ha admitido que tenía "plena conciencia" cuando a última hora de la tarde del miércoles empuñó el yatagán de grandes dimensiones y atacó dos iglesias de la ciudad gaditana. Lo hizo, según las mismas fuentes, "por imposición divina".
Durante los interrogatorios a los que ha sido sometido durante este fin de semana, el arrestado ha explicado que llevó a mango el ataque "en nombre de Jehová; en contra del diablo". En su relato, el marroquí de 25 primaveras ha detallado además que solía "ver al diablo en los luceros de osos de peluche". En cuanto a la documentación incautada y analizada en dispositivos electrónicos, la Policía ha concluido que se alcahuetería de un material yihadista "muy de niño", muy central de radicalización. Los expertos en la lucha antiterrorista consideran que el perfil del detenido replica al de un lobo solitario que sufrió un proceso de radicalización muy veloz.
Este lunes sobre las 09:00 horas ha sido conducido a la Audiencia Franquista para prestar proclamación frente a el árbitro que instruye el caso, Joaquín Gadea. Tras ello, la Fiscalía ha solicitado el ingreso en prisión incondicional y sin fianza del detenido que acabó con la vida de un sacristán e hiriendo a otras cuatro personas al bramido de "Alá". Los delitos atribuidos al investigado, en una primera calificación jurídica son un delito de crimen terrorista, un delito intentado de crimen terrorista y delito de lesiones terroristas.
El fiscal considera que legado la seriedad de los hechos que se le imputan, por otra parte del peligro de reiteración delictiva y de fuga, lo más coincidente es decretar su ingreso en prisión preventiva mientras se instruye la causa por el árbitro de la Audiencia Franquista Joaquín Gadea.
Concurrencia encendiendo velas en memoria del sacristán asesinado (AP Photo/Juan Carlos Toro)
El árbitro ha libre las diligencias por delitos de terrorismo aunque inicialmente existían dudas de si se trataba de un crimen de tintes yihadistas o un ataque derivado de los problemas psiquiátricos del autor.
Un lobo solitario
Fuentes de la investigación reconocen que Kanjaa tiene informes psiquiátricos pero además es cierto que se ha unido a una radicalización exprés, por lo que en su caso todo apunta a que se hayan legado los dos factores.
Otra de las incógnitas a resolver es si la gala de Kanjaa se debió a un adoctrinamiento o si fue motivo o guiado por una tercera persona. Los datos con que cuentan los investigadores en estos momentos es que fue él mismo, con el consumo de material quién actuó sólo, sin el apoyo de otras personas.
Según relató el árbitro en su automóvil de entrada y registro, el sacristán intentó huir cuando vio al inexperto con un yatagán dirigiéndose en dirección a él pero fue atrapado por el atacante "quien una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la ojeada al Paraíso y gritando unas palabras en árabe entre las que se audición la palabra 'allah' le asesta una última estocada mortal".
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