El mar balear registró cinco olas marinas de calor con grave riesgo de mortalidad masiva

Las aguas Baleares han sufrido este verano cinco olas marinas de calor que amenazan seriamente a la fauna y la flora acuarela del archipiélago, según acaba de constar el crónica Mar Balear, que recoge datos de fenómenos extremos que se produjeron el verano de 2022. Las temperaturas llegaron a los 33,3 ºC en sa Dragonera, la monograma más ingreso registrada en la historia de esta zona de Mallorca.

Esas cinco olas de calor acuarela se han producido entre los meses de mayo y diciembre y tendrán "graves consecuencias" sobre los ecosistemas marinos. El crónica alerta de que su funcionamiento puede repercutir además en la riqueza y en las condiciones de vida humana ya que es una de las causas de la subida del nivel del mar. Se prevé un retroceso en las playas del archipiélago que en casos extremos puede alcanzar a los 50 metros, según alerta el crónica. Ello se debe a una subida del nivel del mar que se acercará al medida de categoría hasta 2050.







Se prevé un retroceso en las playas de Baleares que puede alcanzar a 50 metros

Los expertos que colaboran en el crónica detallan que la temperatura superficial de toda la plancha de agua del mar ha llegado este verano a los 29,2 °C y la temperatura del atmósfera sobre tierra ha subido 0,25 °C por división entre 1979 y 2021, casi un  40% por encima de la media completo. El crónica Mar Balear 2022 emplea datos hasta agosto de este año y destaca el "singular comportamiento" de las temperaturas del verano.

Una de las causas que aceleran este proceso es la presión náutica sobre aguas de la islas provocada por la intensa presión humana durante los meses de verano. Ha habido un aumento del 56%  en las escalas de buques en las islas entre 1992 y 2019, luego hubo una ligera caída durante la pandemia y finalmente ha habido una recuperación casi total durante el año pasado. Hasta septiembre de 2022, habían llegado a las islas 14 millones de turistas para un población que casi nada supera el millón de habitantes.







El crónica alerta del "ruido submarino" provocado por los yates y los ferris

El crónica alerta de las consecuencias que tiene para la fauna acuarela  el llamado "ruido submarino", provocado principalmente por los desplazamientos de la flota recreativa y por el aumento en el número de ferris que conectan las islas, especialmente Eivissa y Formentera.

Como único punto positivo, el crónica detalla que el año pasado  se recogieron 20 toneladas de residuos marinos en las islas, lo cual es una buena respuesta al problema. Los expertos además valoran que en 2022 se registra el número más egregio de actuaciones del Servicio de Vigilancia Posidonia de todos los abriles: 202.732, un 28,7% más que en 2021.

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