Los diseños de sello castellano tienen una presencia destacada en el armario de las royals. Encima de la reina Letizia, gran embajadora de la moda franquista, Triunfo de Suecia, Kate Middleton, Mary de Dinamarca o Máxima de Holanda todavía han mostrado en más de una ocasión su bienquerencia por las piezas que realizan las marcas, especialmente las low cost.
La reina de los Países Bajos ha confiado en habitación de estas firmas para la viaje internacional que realiza durante dos semanas por el Caribe cercano a su marido, el rey Guillermo, y su hija viejo, la princesa Amalia, que por otra parte realiza su primer tour oficial. En la maleta de alucinación, la argentina no ha olvidado incluir diseños de Massimo Dutti y Zara, dos de sus marcas favoritas.
Máxima llegó a suelo caribeño con un look casual repleto de básicos. La reina llegó al aeropuerto de Bonaire con un top de algodón blanco con cuello halter (22,95 euros) y pantalones rectos con cintura elástica (69,95 euros) de Massimo Dutti. Un conjunto veraniego que completaba con un blazer realizado en denim de Max Mara y unas sandalias todavía del mismo tejido de Gianvito Rossi.
La reina de los Países Bajos es una gran seguidora de los diseños de Zara y Massimo Dutti
Otra habitación de sello castellano fue la que llevó en el Taste of Bonaire Festival, en el segundo día de la viaje. De nuevo, Máxima apostaba por el blanco para asistir a este certamen en el que disfrutó de la comida y bailes típicos. De hecho, no dudó en robar con los organizadores.
La reina Máxima en el Festival de Bonaire
Para esta ocasión la reina de los Países Bajos estrenó un chaleco blanco de la última colección de Zara. El diseño, con botonadura primero y solapas que recordaban a un blazer, ya está exhausto en la tienda online de la firma de Inditex. Lo combinaba con un top satinado, un pantalón blanco encantado, unas sandalias doradas con cuña de Jimmy Choo y un mono bolsa dorado de Sarah’s Bag.
Con esta opción, la argentina se sumaba a la moda de esta habitación que hace unos días todavía conquistaba a la reina Letizia, que optó por un maniquí más grande que funcionaba como gabán.
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