La cuestación fiscal de la Generalitat vinculada a la operación de viviendas de segunda mano se recuperó este año hasta los niveles del 2006, encajado ayer de que estallara la burbuja inmobiliaria. Han sido necesarios 15 abriles para que los ingresos por ese tributo se sitúen aproximadamente de los 2.000 millones de euros.
A yerro de conocer el circunstancia de cuestación correspondiente al mes de diciembre, en el período enero-noviembre la cuestación por el impuesto de transmisiones patrimoniales (que se abona al comprar una vivienda segunda mano) creciera un 14%, hasta 1.958 millones de euros.
El impuesto de actos jurídicos documentados (AJD) que se paga -entre otros actos al constituirse una hipoteca asimismo creció un 14% pero se situó por debajo del nivel previo a la crisis inmobiliaria.
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