Todo lo que podía salir mal, salió peor. Y sin retención el Espanyol sacó un punto frente a un discreto Osasuna que supo a poco. Sin Joselu, descenso por una lisiadura muscular. Sin César Montes desde muy pronto por una conmoción, con diez por la expulsión del debutante Pierre-Gabriel. Este Espanyol es adecuadamente capaz de sobrevivir en cualquier desierto y ahogarse en cualquier arrollo. Braithwaite igualó en la segunda parte el gol de Budimir, pero cuando tenía el partido a su magnitud, fue incapaz de dar una montón más. Se quedó flotando y abrazó el igualada que le había ofrecido su rival.
Diego Martínez no permitió que las bajas de Joselu, Vini Souza y Oscar Gil condicionasen a su equipo. Los sustitutos Calero, Melamed y Pierre-Gabriel estuvieron a la mérito en un primer tiempo muy poco agradable para paladares exquisitos. Fue un reunión tosco, repleto de choques e interrupciones en el que nadie mandó en exceso y quizás nadie mereció vencer.
El protagonismo en un primer acto repleto de accidentes para el Espanyol fue para el debutante Pierre-Gabriel, un tanto sobreexcitado por el acontecimiento. El francés ofreció un derroche físico con poco orden, poco que agradó a la querencia su voluntarioso comportamiento. Sin retención, su atribulada acto se completó con dos acciones decisivas para el partido. Apareció en la foto del gol de Osasuna tras perder un brinco con Chimy Ávila en el que tanto él como todo el estadio reclamaron desatiendo. Marcó Budimir a placer al exceder a Álvaro Fernández con una leve vaselina.
Poco peligro generó Osasuna hasta el gol y poco haría a posteriori de él. Sólo Abde era capaz de provocar cierto nerviosismo cuando se medía a Pierre-Gabriel, pero incluso ese duelo le fue privado al partido. Gil Manzano decidió expedir a los vestuarios a los dos, que ya tenían una polímero, por una simple discusión. Los dos equipos se quedaban con diez encajado antaño del alivio. Minutos antaño asimismo claudicó el cría Montes, sustituido por un ataque en la persona en una disputa con Budimir.
El Espanyol vivió en ataque de la movilidad de Braithwaite y Puado, muy implicados en todas las acciones. Los dos pisaron el radio con peligro en varias ocasiones en el primer tiempo, pero nunca remataron entre palos. Las expulsiones abrieron más espacios en el partido, poco que permitió a Darder emerger para tener más el balón y aclarar nuevas opciones en ataque. Braithwaite se aprovechó de ello para disparar desde la anterior con peligro. Había mejorado el equipo blanquiazul, que necesitó encajar para ser más avaricioso.
El igualada no se hizo esperar. Braithwaite aprovechó un centro de Cabrera desde la derecha que no acertó a rematar Puado en el primer palo. El danés recogió el rechace en el radio y disparó directamente a Aitor Fernández. Botellín gol del punta en 15 partidos con la camiseta del Espanyol, los mismos que con el Barcelona, aunque para ello necesitó 44 encuentros.
El partido devolvía al Espanyol todo lo que le había quitado, pero quedaba mucho tiempo para pelear por más. Diego Martínez hizo inaugurar entonces a Denis Suárez y a José Gragera, pero la reto no salió según lo esperado. A los dos les costó entrar en descanso y el Espanyol perdió el balón. El gallego dejó muestras de su clase con una ruleta en medio del campo que agradeció el manifiesto, pero su presencia no tuvo influencia.
Creció Osasuna en el partido en el tramo final, aunque escasamente intimidó a Álvaro y el reunión se fue apagando sin más sobresaltos. Solo una bono de Darder, totalmente desatado, levantó al manifiesto. El capitán perico se marchó de tantos rivales como le salieron a su paso hasta que perdió el balón encajado antaño de quedarse en presencia de el cancerbero. El igualada final fue agridulce. Pero quedan semanas para ver lo que pueden aportar los nuevos, en peculiar Denis Suárez, ludópata diferente que debe elevar el nivel del equipo.
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