El gobierno catalán está pensado en adoptar nuevas medidas excepcionales para respaldar la calidad de agua para uso doméstico en la región de Barcelona y Girona frente a los riesgos que se derivan del descenso de capital en los embalses del Ter. La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) está estudiando pincharse el embalse de Sau y transferir sus caudales al embalse de Susqueda, todavía en el Ter, con la finalidad de aumentar los volúmenes de este final para disponer de agua de mejor calidad. El embalse de Sau presenta un nivel de reservas tan bajo que podría hacer aflorar los fangos y aparecer a degradar la calidad del agua.
El objetivo de esta operación –adelantada ayer por el software Via lliure, de RAC1- es hacer un trámite más competente de los capital que existen en el Ter, en un contexto en el que las reservas de agua siguen bajando; los embalses que abastecen la región de Barcelona están en torno al 27% de su capacidad máxima; y si bajan del 25%, se pasará de una situación de alerta por sequía a una etapa de excepcionalidad, que comportará intensificar las restricciones municipales (cepillado de calles, jardines...) y domésticas (riegos, piscinas...) que ya se han iniciado.
La idea es preservar a toda costa el valioso fisco que son los 28 hm3 que quedan en el embalse de Sau
La operación que estudiará esta semana el ACA búsqueda preservar a toda costa el valioso fisco que son los 28 hm3que quedan en el embalse de Sau. La principal finalidad que se persigue al derivarlos con destino a Susqueda (entreambos embalses se gestionan de modo conjunta) es posibilitar que el agua se extraiga en Susqueda se pueda entender en la parte superior de la columna de agua, con lo que se logra un memorial de mejor calidad.
“Esta medida se mantendrá siempre que no se produzca el aberración de gradación”, señalan fuentes del ACA, pues se proxenetismo de evitar la mezcla de las capas inferiores de la tabla de agua con los lodos del fondo del embalse, que puede comportar la movilización de los fangos y la reducción de la calidad del agua.
Se estudia incrementar el presente trasvase de Sau a Susqueda, y producirse de 0’3 hectómetros cúbicos al día a 0’5 hm3, casi el doble.
La operación supondría extraer los peces de Sau para que no mueran por asfixia y no degraden el agua
Dados los bajos niveles de agua en el embalse de Sau, esta medida comportaría la condición de iniciar una operación de ascendencia de los peces de Sau, ya que cuanta menos agua hay en Sau, menos oxígeno disuelto queda en el embalse y esto puede producir mortalidades de peces por causa de la anoxia (descuido de oxígeno). En el 2008 todavía se efectuaron los preparativos para acometer esta misma comportamiento. Entonces, el embalse de Sau llegó a estar por debajo del 13%; se prepararon las embarcaciones para sacar los peces, pero las lluvias in extremis evitaron que se produjera ninguna mortandad de peces.
Las peces presentes mayoritariamente en Sau son especies exóticas (ocho de las 9 especies lo son). La idea es extraer los peces y sacrificarlos (y tratarlos como residuos) y evitar que mueran en el embalse de Sau, puesto que al descabalgar los niveles de agua se producirán mortandades de peces y un proceso de descomposición de la materia orgánica, lo que podría afectar todavía a la calidad del agua en Sau.
“Calculamos que pueden poseer entre 20 y 30 toneladas de peces exóticos, y debemos hacer una buena trámite. Debemos ir vaciando el embalses para sustentar la calidad del agua y, mientras tanto, ir recogiendo la fauna que haya”, explicó Samuel Reyes, director de la Agència Catalana de l’Aigua.
La ascendencia de los peces podría hacerse de diferentes formas: con barcas de tiro o manualmente. “Y si encontramos especies que deben acogerse y salvarse, habrá que tener expertos para rescatarlos y transportarlos hasta otro espacio”, matizó Reyes.
Serían necesarios tres o cuatro meses de lluvias ininterrumpidas
Mientras tanto, las lluvias de los últimos días han sido escasas y continúan sin aliviar la sequía en la región central de Catalunya. Las precipitaciones solo han servido frenar el descenso de las reservas del Ter y Llobregat pero no para vencer capital. Por eso, las zonas en situación de alerta por sequía podrían producirse a la etapa de excepcionalidad.
El director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes, admitió ayer en su entrevista en RAC1 que la situación es crítica. “Si no llueve durante la primavera y en otoño, podríamos tener restricciones por los usuarios a finales de año”.
Reyes añadió que para revertir la sequía serían necesarios tres o cuatro meses de lluvias ininterrumpidas.
En caso de que se entrara en una etapa de excepcionalidad, se intensificarían las limitaciones de agua en usos urbanos, (jardines o purificar calles) o domésticos (riegos y piscinas.) Reyes descarta tener que utilizar barcos o trenes para disponer de agua en las cuencas internas con menos capital.
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