La gesta del Apollo 11, la llegada del hombre a la Luna, se recrea en CaixaForum València

Tras la huella de Neil Armstrong, aquel pequeño paso para un hombre, tan holgado para la humanidad, tan solo otros merienda astronautas han pisado la Reflejo. La gesta prometida por JFK y culminada el 20 julio de 1969 por la tripulación del Apollo 11, casi nada fue seguida por seis expediciones más, una de las cuales, la del Apollo 13, no tuvo éxito. 

CaixaForum València acoge hasta junio la exposición "Apollo 11. La venida del hombre a la Reflejo" para conmemorar aquella fascinante aventura, una de las efemérides más importantes de la historia de la humanidad.

Tras la huella de Neil Armstrong, tan solo once astronautas más han pisado la Luna.

Tras la huella de Neil Armstrong, tan solo merienda astronautas más han pisado la Reflejo.




La exposición permite realizar un trayecto verificado desde el momento en que Galileo observó por primera vez la Reflejo con un telescopio construido por él mismo en 1609 hasta que el ser humano la pisó. La muestra enseña todo lo que conocemos actualmente sobre este mandado natural, cómo se preparó esta gesta hace más de cincuenta primaveras y cómo se realizan estas misiones en la presente.

El tesina Apollo, pasado desde la perspectiva contemporáneo, sorprende por los riesgos que asumieron todos sus miembros y las soluciones que tuvieron que aplicar a problemas tecnológicos nunca antaño abordados.







La exposición dispone de diversos módulos como el simulador del extensión de un cohete o una mesa táctil para recorrer toda la superficie tacha

La exposición dispone de diversos módulos como el simulador del extensión de un cohete o una mesa táctil para recorrer toda la superficie tacha, adicionalmente de ofrecer documentos sonoros y gráficos sobre el tesina Apollo 11 antaño, durante y luego de la venida a la Reflejo, y lo que ello significó para el progreso de la sociedad y de las ciencias del espacio.

La muestra, que se podrá pasarse hasta el próximo 11 de junio, ha sido presentada este jueves por el director de CaixaForum València, Álvaro Borrás; el caudillo de Exposiciones de Ciencia de la Fundación 'la Caixa', Javier Hidalgo; y el asesor verificado de la muestra, Rafael Clemente.

De izquierda a derecha: Javier Hidalgo, jefe de Exposiciones de Ciencia de la Fundación ”la Caixa”; Álvaro Borrás, director de CaixaForum València, y Rafael Clemente, asesor científico de la muestra, han presentado la exposición Apollo 11. La llegada del hombre a la Luna.

Javier Hidalgo, caudillo de Exposiciones de Ciencia de la Fundación ”la Caixa”; Álvaro Borrás, director de CaixaForum València, y Rafael Clemente, asesor verificado de la muestra.




Vicente A. Jimenez

Concebida como una utensilio de enseñanza, la exposición pretende "atraer a la población inmaduro y pollo, que no vivió ese acontecimiento y, por otro banda, a la población ya veterano que sí lo vivió pero no lo recuerda", ha explicado Clemente, quien ha especificado que esta no exploración ser una "exposición completa", sino "dar una serie de opciones para que los guías maestros puedan tomarlo como pulvínulo para ampliar y echarse".

El "delirio" se divide en cinco "fases": la cristalera a través de la historia, la preparación del delirio, el delirio, la venida del hombre a la cristalera y, por final, el futuro. A lo desprendido del trayecto, el visitante podrá interactuar con una serie de rudimentos multimedia que pretenden ayudar a entender mejor las dimensiones de los viajes espaciales. Por un banda, una mesa interactiva que, a través de centenares de fotografías individuales puestas una sobre otra como si de un puzzle se tratara, permite moverse por el mandado, observar sus accidentes geográficos y comprobar todos los aterrizajes registrados hasta ese momento en la cara visible de la cristalera.







A lo desprendido del trayecto, el visitante podrá interactuar con una serie de rudimentos multimedia que pretenden ayudar a entender mejor las dimensiones de los viajes espaciales.

Asimismo, la exposición asimismo cuenta con una maqueta del cohete Saturno V, construido expresamente para el delirio a la Reflejo, el cual sigue siendo "el cohete más potente construido en absoluto", según asegura Clemente. Cabal al banda, el visitante podrá descubrir cómo fue el ordenador a borde de la nave a través de una réplica a escalera positivo de este.

Un ordenador que tenía "mucha menos capacidad de cálculo" de la que tiene cualquier smartphone hoy en día. "Pero este ordenador no podía arreglar porque la vida de los tres astronautas dependía de él. ¿Cuántos de nosotros jugarían su vida a que su teléfono no falle ni una sola vez?", ha puntiagudo Clemente, quien ha remarcado que, como ya sabemos, "no falló".

Un detalle de la exposición.

Un detalle de la exposición.




Vicente A. Jimenez

"La tecnología era, sorprendentemente, avanzadísima para la época, pero tino con fanales de hoy, cincuenta primaveras luego, nos parece absolutamente primitiva", ha explicado Clemente, quien asimismo ha justificado así el uso de un descendiente del astrolabio --un sexante-- como tecnología que utilizaron en la navegación.

El visitante asimismo podrá editar un cohete de agua y ventarrón comprimido aplicando la tercera ley de Newton a través de un interactivo mecánico o situarse en la cabina de mando mediante unas quevedos de ingenuidad supuesto.







Entre las piezas destacadas que conforman la exposición se encuentran la reproducción del primer telescopio de Galileo y la de la sección de mandos del módulo tacha

Encima, una maqueta reproduce a escalera positivo el sistema tierra-luna. Esta está compuesta por una fina mostrador que une el planeta y el mandado, pintada con franjas blancas y negras. Cada franja representa lo que sería una distancia de 10.000 kilómetros, para mostrar así los aproximadamente 380.000 km que nos separan de la cristalera. Unas magnitudes "imposibles de imaginar", pero que en ingenuidad son una "ridiculez" a escalera cósmica, tal y como ha señalado Clemente.

Entre las piezas destacadas que conforman la exposición se encuentra la reproducción del primer telescopio de Galileo, la reproducción de la sección de mandos del módulo tacha --de solo dos metros de diámetro--, la nave nodriza a escalera positivo, la réplica de la escafandra del ingeniero marcial y aeroespacial Emilio Herrera, o una muestra de los alimentos utilizados en viajes espaciales. 

Además como parte de la exposición, una cristalera colgada a la entrada del Plaza, obra del actor Luke Jerram, se incorpora al "paisaje" que concebido para el museo. Esta obra, tal y como ha puntiagudo Hidalgo, una "testimonio de intenciones". "Nuestras exposiciones, por más conceptuales o científicas que puedan parecer, siempre intentan tener la visión artística, que siempre da un acercamiento diferente, una sensibilidad diferente, a conceptos científicos".

"Este edificio, CaixaForum, está concebido como un paisaje por el arquitecto Enric Ruiz Geli. Un paisaje donde encontramos una aglomeración, un parque, un curva iris, ¿por qué no iba a estar la Reflejo? Ahora la tenemos enterísima y se ven las dos caras", ha añadido Borrás.

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