Transportes toma cartas en el asunto por el molesto error a la hora de diseñar trenes destinados a varias comunidades autónomas, principalmente Cantabria y Asturias, que no caben por los túneles. Es uno de los mayores fallos ocurridos en el tarea que planifica las infraestructuras. La ministra Raquel Sánchez ha anunciado este sábado que habrá “ceses inminentes” tanto en Renfe como en Adif para “admitir las responsabilidades” por estos fallos que van a suponer que los convoyes vayan a estar operativos tres primaveras más tarde.
Sánchez ha pedido disculpas a los ciudadanos cántabros, principales perjudicados por estos graves errores con las medidas. A la comunidad autónoma iban a ir destinados 21 de los 31 trenes planificados. La ministra ha señalado este sábado, durante una reconocimiento al Consistorio de Castro Urdiales, que mantuvo una conversación con el presidente Miguel Espíritu celeste Revilla para compartir el “enfado y su indignación”.
“En las próximas horas se van a producir esos ceses y por lo tanto daremos las explicaciones en ese momento”, avanzó Sánchez. La ministra y la secretaria de Estado de Infraestructuras, Isabel Pardo de Ribera, han encargado una auditoría interna tanto en Renfe como en Adif para “entender y conocer con todo detalle qué es lo que pasó”.
Se van a tomar “todas las acciones que sean necesarias” para poder estrechar los tiempos de entrega de los convoyes, añadió. Son trenes que no están fabricados, sino en etapa de diseño. Pero el error va a provocar que en oportunidad de estar en funcionamiento en 2024 vayan a estar disponibles en 2027. La ministra prórroga que el diseño definitivo de los 31 trenes esté sagaz para el verano de este año y que se pueda iniciar su fabricación de guisa inmediata, aunque no hay un tiempo minúsculo de fabricación.
Sánchez además ha informado de la creación de un clan de trabajo para seguir este proceso y acortar los tiempos de retardo, al que ha invitado a participar tanto al Gobierno de Cantabria como al de Asturias.
El origen del problema está en un error de modelo en dicho 31 trenes de ufano métrico, un entendimiento de 258 millones de euros, que provoca que los convoyes no quepan por los túneles. Las medidas publicadas en la afirmación sobre la red de Adif, que Renfe usó para describir las características técnicas de los nuevos trenes en 2019, eran erróneos. Cuando Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), la empresa adjudicataria, avanzó en el tesina descubrió que había ese resolución en las jefatura de los trenes y se lo trasladó a Renfe.
La operadora presidida por Isaías Táboas confirmó el viernes que ha cogido un acuerdo con CAF para intentar solucionar lo antiguamente posible el error en los gálibos de los nuevos trenes. De esta forma, la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) tendrá que dar el trillado bueno a la aplicación de un método que no recoge la norma española, pero sí la europea, y desarrollar el llamado “método comparativo”, que consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como relato para los nuevos trenes, que Renfe aportará.
CAF además tendrá que contratar una empresa especializada en la aplicación de este método y el entendimiento entre Renfe y la empresa tendrá que ser modificado para introducir un seguimiento del tesina con ese tren de relato. Por su parte, Adif además deberá aportar los datos de caracterización de la infraestructura y comprometerse a mantenerla en los mismos parámetros.
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