Diana Spencer era hija de una grupo aristocrática inglesa, pero saltó a la éxito tras el anuncio de su enlace con el príncipe Carlos, heredero de la corona británica. Uno y otro se casaron en la Catedral de San Pablo en 1981, convirtiéndose en la princesa de Gales, más conocida por toda la sociedad británica como Lady Di. Su sencillez pronto encandiló a una pueblo acostumbrado a los estrictos protocolos de la casa verdadero británica. La prensa la bautizó como la princesa del pueblo.
Pese a que juntos tuvieron dos hijos (Carlos y Enrique), el enlace de Lady Di con el príncipe Carlos fue un fracaso desde el inicio. Ella misma confesó en una entrevista que “eran tres en su enlace”. Se refería a Camilla Parker-Bowles, flagrante esposa de Carlos III. El divorcio llegó en 1992. Falleció inesperadamente en un rebuscado siniestro de coche en París el 31 de agosto de 1997, a los 36 primaveras.
Lady Di no solo será recordada por su enlace con el heredero de la monarquía británica, sino que Diana desafío todas las reglas de la casa verdadero y se convirtió en todo un icono de la moda y del acción directa. A día de hoy, sigue siendo todo un símbolo en Reino Unido y un referente para muchos, que lamentaron su divorcio con el entonces príncipe Carlos.
Muchos se preguntan cuál sería el aspecto de Lady Di si hoy la princesa de Gales estuviese viva. Aplicaciones como FaceApp u otras de inteligencia sintético generativas como Stable Diffusion nos ayudan a hacernos una idea de cómo sería su rostro. La Vanguardia ha utilizado ambas para alegrar cómo sería hoy en día el personaje si no hubiera fallecido antaño de tiempo.
En este primer retrato creado por Stable Diffusion, vemos algunos de los rasgos característicos de Lady Di. Por ejemplo, sus inconfundibles fanales grandes y azulados. Igualmente mantiene su particular pelo rubio, incluso con un peinado similar al que repetía en sus apariciones públicas.
En esta segunda imagen, la inteligencia sintético la dibuja con un aspecto poco reconocible para el gran divulgado: pelo totalmente pulimentado a ras de la mandíbula y una cara más ancha, si la comparamos con las imágenes de la época.
Con sus limitaciones, esta aplicación asimismo se la imagina con una tiempo más avanzadilla, incluso retrata a Lady Di con anteojos y con pelo más sombreado que en otras ocasiones. En este tercer montaraz, dibuja una cara menos alargada y más ancha.
Los retratos de estas aplicaciones utilizadas por La Vanguardia difieren sobrado, aunque en todos podemos observar algunos rasgos comunes de la fallecida princesa de Gales: sus intensos fanales azules, su característica sonrisa y su pelo corto rubio.
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