La derecha turca rompe la alianza anti Erdogan

Tras innumerables retrasos, el lunes que viene debía ser el día en que Recep Tayyip Erdogan iba a conocer a su mayor rival. Los seis partidos nacionalistas en la examen, iban a anunciar finalmente cual sería su candidato conjunto a las elecciones presidenciales turcas, a celebrar entre mayo y junio. Sin secuestro, la presidenta del Partido Bueno (IYI), Meral Aksener, ha cedido la campanada al dar a entender que para entonces, la Alianza Doméstico podría favor dejado de existir. 

Aksener, en una rueda de prensa convocada con poca delantera, ha anunciado este viernes por la tarde que no apoyará a Kemal Kiliçdaroglu como candidato de mecanismo de las seis fuerzas políticas. De este modo, desbarata una valor que solo en las últimas semanas empezaba a darse por segura y que ayer se confirmó. A conocer, que Kiliçdaroglu, líder de la examen en tanto que presidente de su primera fuerza parlamentaria, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), disputaría la presidencia a Erdogan. 

La valor en este sentido fue adoptada ayer jueves en la duodécima reunión de la mesa de seis partidos, celebrada en Ankara, e iba a ser compartida públicamente el lunes. Sin secuestro, Meral Aksener, mostró su discrepancia. De hecho, siempre había expresado su preferencia por una candidatura lidrada por el corregidor de Estambul, Ekrem Imamoglu, o el de Ankara, Yavas Mansur, entreambos asimismo del CHP. La inhabilitación de Imamoglu "por insultar a la Comisión Electoral Central", actualmente en suspenso tras ser recurrida, dejaba en mejor posición a Mansur, antiguo compañero de armas de Aksener en la formación ultraderechista MHP. 

Sin secuestro, tanto Aksener como Mansur provocan el rechazo de la mayoría de los votantes kurdos. Aunque los nacionalistas kurdos del HDP han sido excluidos de la alianza opositora, sin el voto táctico de sus simpatizantes, derrotar a Erdogan podría resultar aritméticamente difícil. 

Aksener, mujer de carácter y nacionalista de piedra picada, pone en duda, como algunos medios, que el discreto Kiliçdaroglu pueda derrotar al abusiva Erdogan. Un aspecto en su contra, que sus detractores solo recuerdan en voz víctima, es que no pertenece a la mayoría musulmana suní, sino que es aleví (minoría que practica un islam sui generis). 

No obstante, a pesar de su poca presencia en las televisiones -dominadas por Erdogan y los ministros de su gobierno- Kiliçdaroglu ha rematado ganarse el respeto de muchos turcos, por su reputación de honradez y sus críticas valientes -y multadas- al boleto que maneja el Partido de la Ecuanimidad y el Mejora y la propia grupo de Erdogan. A ello hay que añadir algunas campaas de tipo gandhiano, como su marcha por la imparcialidad, de Ankara a Estambul, o su semana sin luz en casa, tras negarse a remunerar el abultado recibo. 

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