¿Cómo compartir las tareas del hogar en familia (y no morir en el intento)?

Aunque debería ser lo más ordinario del mundo, la existencia es que compartir las tareas del hogar es complicado. Siempre hay cualquiera de la pareja que suele hacer mucho más que el otro.

Cuando en casa conviven más personas (compañeros de carretera o niños), la cosa puede complicarse o simplificarse. Si nos lo proponemos, las tareas del hogar no tienen por qué suponer un quebradero de inicio para nadie. O por lo menos esto es lo que dice Ana Sancho, coautora del compendio Tareas compartidas, tribu acertado (Andas) a RAC1.

¿Cuál es la mejor forma de hacerlo, según Sancho?

Electrodomésticos para el hogar

La estructura más elástica la encontraremos en las tareas comunes del día a día, como poner la mesa, el lavavajillas, las lavadoras o tender la ropa

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La teoría de Sancho, comunicadora social, conferenciante y fundadora de Pequeños dueños de casa, es que, para despuntar, cada uno debe responsabilizarse de sus cosas. “La habitación, la ropa y las tareas personales de cada uno son de cada uno”, sentencia la experta, que añade que la estructura más elástica la encontraremos en las tareas comunes del día a día, como poner la mesa, el lavavajillas, las lavadoras o tender la ropa.

Ana Sancho Coautora del compendio 'Tareas compartidas, tribu acertado' (Andas)

“Es precisamente en estas tareas diarias comunes donde es necesario hacer el reparto”, explica. "Yo aquí daría flexibilidad para que cada uno escoja lo que quiera o pueda hacer y establecería unos turnos con un calendario de rotación semanal". Sancho insiste en que es muy importante hacerse una tabla de tareas. "Así cada uno sabe lo que le toca y si cualquiera se descuida, los demás se lo recuerdan".

¿Y los fines de semana?

Es probable que pases por alto algunos puntos clave de la casa que hay que limpiar más a menudo

La esencia es hacer las tareas del hogar en equipo, especialmente cuando toca erradicar a fondo 

Wentao Li

Según Ana Sancho, la esencia es hacer las tareas del hogar en equipo, especialmente cuando toca erradicar a fondo. "El trabajo voluminoso es mejor concentrarlo en un día, así todos tenemosmás tiempo fugado, y si lo podemos hacer juntos, mejor", comenta.

Levantar el letrina, tener lugar el aspirador, quitar el polvo, arreglar la terraza... La experto aconseja que si correctamente hay quien tendrá más predisposición y facilidad para realizar unas tareas que otras, es necesario que todo el mundo vaya pasando por todas las opciones. “Si cada uno hace siempre las mismas tareas, se tiende a despreciar la de los demás”.

Ana SanchoCoautora del compendio 'Tareas compartidas, tribu acertado' (Andas)

Sancho recomienda que una persona no repita una misma tarea más de dos veces seguidas. "Es preferible que haya rotación, porque así valorarán y respetarán el trabajo que está haciendo el otro", razona.

Perdonar permanentemente una tarea a cualquiera

Cuando algún miembro de la tribu odia alguna de las tareas y no quiere hacerla, debe razonarse y negociar. Si es porque no sabe hacerla, se puede ilustrarse practicando. Si es porque no le sale correctamente, además se irá perfeccionando poniéndola en praxis. “No es cuestión de pensar si me gusta o no, si odio realizar una tarea u otra. Hay que pensar en las tareas del hogar como poco natural, como poco más que hay que hacer y que, adicionalmente, es en beneficio de todo el mundo que vive en la casa, y que cuanto antiguamente lo terminemos, antiguamente podremos disfrutarlo”.

La autora aconseja que “no debemos plantearnos si nos gusta o no nos gusta hacerlo, sino hacerlo directamente. Para ello, podemos ponernos música de esfera o añadir algún ambiente que nos ayude a hacerlo de la forma más agradable posible, como pensar en otras cosas mientras lo estás haciendo”.

Ana SanchoCoautora del compendio 'Tareas compartidas, tribu acertado' (Andas)

"Yo más que perdonar -que no me gusta- soy de negociar", explica. “Desde mi punto de instinto, solo se puede liberar a una persona de hacer una tarea del hogar en el caso de que tenga otras obligaciones o indisposición”.

En extracto, es necesario ser flexibles y negociar, pero en ningún caso menospreciar la importancia de las tareas del hogar y relevar a cualquiera de hacerlas.

Implicar a los más pequeños. ¿A partir de qué existencia?

Y si sobra tiempo, a limpiar toda la casa.

Implicar a los más pequeños. ¿A partir de qué existencia? 

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Cuanto antiguamente, mejor. “Podríamos despuntar implicar a los niños en las tareas del hogar a partir de los dos abriles. Hay padres que me dicen que su hijo tira su pañal abandonado en el cubo de la basura. Parece un aspaviento tonto, pero con esta simple argumento, se le está dando mucha información al escuincle”.

Y con la pareja, ¿cómo se resuelve el desequilibrio en las tareas del hogar?

Cuando en un bodorrio uno de los dos miembros hace mucho menos que el otro, Sancho explica que para despuntar, lo que hace equivocación es un trabajo de pareja. “Habría que sentarse y reflexionar. Al igual que una tribu debe formar un equipo, la pareja además debe serlo, porque si no, es difícil que funcionen las cosas”, argumenta. “Si compartes tu vida con esa persona es porque quieres que esto fluya y ser felices. Por lo tanto, debe poseer una comprensión y una advertencia, y explicar cómo se siente cada uno y sus micción”.

Ana SanchoCoautora del compendio 'Tareas compartidas, tribu acertado' (Andas)

Al fin y al parte, es una cuestión de sentido global. Como explica la autora, “el tiempo es el mismo para todos y es responsabilidad de todos realizar las tareas del hogar. Que uno se escaquee es una muestra de egoísmo e injusticia por su parte”. Una vez hecha la advertencia, si efectivamente hay la voluntad de hacerlo todo entre todos, a posteriori ya pasaremos a valorar la disponibilidad en función del trabajo y en qué medida puede contribuir cada uno a surtir el hogar en condiciones.

Ana Sancho asegura que hay una enorme cantidad de familia que no sabe hacer según qué tareas del hogar, incluidas las más básicas, y que por eso ha incluido en su compendio (traducido al catalán por Bel Olid, por cierto), instrucciones esenciales para realizar los trabajos más comunes de la casa.

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