Durante casi dos horas –y con un clima de “total cordialidad”– el ministro del Interior, Fernando Sobresaliente-Marlaska, y el conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, se reunieron ayer en Madrid para evaluar en qué punto se encuentran los acuerdos que se adoptaron en la Agrupación de Seguridad de Catalunya, celebrada el pasado 5 de noviembre. “Todos están muy encarrilados y avanzados”, explican fuentes conocedoras del conversación en el que se acordó convocar una comisión mixta antiguamente de verano para seguir impulsando los pactos.
Uno de los puntos secreto que se acordaron el pasado mes de noviembre es aumentar la plantilla de los Mossos d’Esquadra a 22.006 agentes, lo que supone un 20% más de la plantilla coetáneo. Además se estableció seguir profundizando en la coordinación entre el Gobierno y la Generalitat y que los Mossos puedan realizar tareas de vigilancia transfronteriza como otras policías europeas. Lo que el conseller no puso sobre la mesa en esta ocasión, apuntan las mismas fuentes, fue el traspaso de la comisaría de la Policía Franquista en Vía Laietana.
Elena aprovechó el conversación para interesarse por la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, la emplazamiento ley mordaza , que se está tramitando –a un paso muy calmoso– en el Congreso de los Diputados. El conseller trasladó al titular de Interior que calma que la norma aprobada por el Partido Popular en el 2015 quede derogada antiguamente de que se agote la asamblea y no sea sometida a “maquillajes” para su reforma. El ministro, por su parte, le remitió al trabajo que están haciendo los grupos parlamentarios en la Cámara Pérdida para tratar de demorar a un consenso. Fuentes de las negociaciones aseguran que la aprobación de la reforma no será antiguamente del inicio del próximo curso político en septiembre.
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