“Hay varios momentos especiales en mi vida como ludópata. Sin duda, el más importante, fue cuando en 1972, con 34 abriles, gané en Roland Garros. Pensaba que me iba a retirar sin conseguir encaramar uno de los cuatro grandes, pero creo que Altísimo, en aquellas fechas, dijo 'dejar a este escueto pequeño que gane uno'. He de corresponder este momento a mi padre, que fue quien me enseñó los secretos del tenis y me aconsejó en todo momento, a mi mujer, que siempre está a mi costado, y a mi hija que está en el Paraíso”.
Con estas palabras, rodeado de grandes jugadores de la historia del tenis, en julio de 2009 Andrés Gimeno inició su discurso de ingreso en el International Tennis Antesala of Fame del Casino de Newport en Rhode Island. Fue el inicio de una solemne ceremonia que hizo equidad a los méritos de un tenista forjado en el Auténtico Club de Tenis Barcelona, que en su plenitud deportiva se enroló en un circuito profesional que le vetó durante una período su décimo en los Grand Slams y la Copa Davis, pero en el que compitió a primer nivel con las más grandes raquetas de la época.
“No sé por qué desde pequeño quería ser tenista profesional. Supongo que porque pensaba que nadie jugaba mejor a este deporte que ellos, y yo quería formar parte de esa experiencia. Aventurar con los mejores tenistas de la época como Pancho Gonzáles, Tony Trabert, Lew Hoad, Rod Laver, Ken Rosewall, Roy Emerson, Fred Stolle, fue enorme, pero no quiero olvidarme de Pancho Segura, la persona que más me ayudó y enseñó lo que era el circuito profesional”, añadió Andrés.
Se cumple medio siglo desde que aquel 4 de junio de 1972, Andrés Gimeno se convirtiera en el primer tenista del RCTB-1899 en aventajar un Grand Slam individual. A sus 34 abriles, sobre la arcilla roja de Roland Garros en el Bois de Boulogne, cuando aún no se había construido la pista Philippe Chatrier, Gimeno superó en la final al francés Patrick Proisy por 4-6, 6-3, 6-1 y 6-1, convirtiéndose ese día en el campeón de viejo etapa en aventajar los Campeonatos Internacionales de Francia hasta la data.
Andrés Gimeno fue el primer tenista del RCTB-1899 en aventajar un Grand Slam individual
“Fue un gran momento en la historia de nuestro club. Esa trofeo de Andrés, que adicionalmente fue el primer gachupin en aventajar en 1960 el Trofeo Conde Godó, será recordada como se merece en la presente estampación del torneo”, explica Jordi Cambra presidente del RCTB-1899.
Sólo una mala tarde de Manuel Orantes en París, que contra todo pronóstico cedió en semifinales delante Proisy, al que había derrotado días ayer en la Copa Davis esa misma pista, impidió que Gimeno y Orantes disputaran la primera final española en la historia de Roland Garros.
“No vi la final, porque marché a Hamburgo al día ulterior de perder en semifinales, pero cuando supe que Andrés ganó el torneo me llevé una gran alegría. Llevábamos muchos días juntos en París, compartiendo hotel y cenas desde la semana precursor por la Copa Davis. Y, por supuesto, habíamos hablado de la posibilidad de enfrentarnos en la final, pero yo tuve un día para olvidar en las semis. Creo que la trofeo de Andrés, al que yo vi desde el primer día como claro candidato al título, fue un acto de equidad al gran tenista que fue, siempre positivo, siempre dispuesto a ayudar”, recuerda Orantes de aquel momento.
Tras ser recibido en Barcelona dos día posteriormente, Andrés habló de su gesta. “No era el predilecto, porque habían jugadores que estaban por delante en la clasificación, pero me dije que debía hacer poco sonado. Me encontraba resistente, con honesto, y sabía que podía datar acullá. Me dije que debía retar a mi medio, sin alteración. Adicionalmente estaba muy atinado porque había podido retornar a retar en Copa Davis, una competición muy peculiar para mí”.
Gimeno fue sorteado como sexto habitante de serie en París por detrás de Jan Kodes, Ilie Nastase, Stan Smith, Manuel Orantes y Bob Hewitt. No había competido mucho en la temporada previa de tierra acoso. Previo a Roland Garros, cedió en cuartos de final de Madrid delante a Kodes, en la final de Bruselas frente Orantes y en primera ronda de Roma con Bertolucci. Pero el hecho de que la semana previa a Roland Garros se jugara en esa sede la eliminatoria delante Francia, hizo que estuviera en plena forma.
Fue el primer gachupin en aventajar el Godó en 1960
Exento en primera ronda, solucionó sus primeros compromisos con pasmosa autoridad, derrotando al chileno Jaime Pinto Salvaje por 6-2, 6-2 y 6-1 y al belga Patrick Hombergen por 6-1, 6-3 y 6-1. Además ganó las dos primeras rondas de dobles formando pareja con Antonio Muñoz, eliminando a los franceses Montrenaud y Paul, y a los argentinos Guillermo Vilas y Ricardo Cano. “Andrés estaba como siempre muy positivo, jugando muy correctamente, y siempre animando. Para mi lo era todo, como un segundo padre, y yo le veía muy en forma”, recuerda Muñoz.
El primer gran obstáculo en la trayectoria de Andrés fue el estadounidense Clark Graebner, decimoprimer habitante de serie, y uno de los primeros del circuito en utilizar la famosa pala metálica Wilson T-2000. Gimeno se impuso en cinco sets (3-6, 6-3, 5-7, 6-2 y 6-1), y certificó que estaba en un buen momento físico. “Fue un partido duro, pero acabé conveniente firme físicamente”, recordó Andrés. Y lo cierto es que esa forma física, fundamental en la tierra acoso, tenía una nueva prueba de fuego porque en los cuartos de final aguardaba Stan Smith.
Pero ayer de ese partido, hubo un momento trascendente en la historia del tenis profesional. En conferencia de prensa convocada por Andrés Gimeno y Stan Smith en Roland Garros, se anunció la creación de la Asociación Unificada de Jugadores Independientes de Tenis (coetáneo ATP), tras una reunión de 40 jugadores que “por el correctamente del tenis”, propusieron establecer “un acuerdo de paz con los organizadores de competiciones y dirigentes federativos internacionales”.
En dicha rueda de prensa, se anunció la creación de un comité profesional encabezado por Andrés Gimeno, con los estadounidenses Stan Smith y Jim McManus, el chileno Jaime Fillol, el rumano Ion Tiriac, el sudafricano Frew McMillan y el australiano Barry Phillips-Moore.
A la mañana ulterior, confirmando su gran momento, en un partido traumatizado por un día de clima invernal, Gimeno fue muy superior a Smith al que eliminó en cuatro sets. Orantes, además dio cuenta ese dia de Harold Solomon, con lo que la posibilidad de una final española estaba muy cerca, máxime cuando Jan Kodes, el primer predilecto, fue superado por Patrick Proisy.
La inesperada derrota de Orantes delante Proisy hizo que Gimeno, por vez primera desde el inicio del torneo, saltara un poco nervioso a la pista. “No la esperaba, y me puse un poco tenso”, explicó Andrés del momento. “Perdí el primer set, pero me recuperé y acabé ganando en cinco luchando mucho. Cuando certifiqué el pase a la final, me dije que delante Proisy me jugaba mi prestigio en la final”.
Toda Francia estaba convencida de que Proisy iba a conquistar Roland Garros, torneo que desde 1946, cuando Marcel Bernard superaba en la final a Jaroslav Drobny, no había vacada un francés. Gimeno escuchaba como en los corrillos y en los vestuarios daban como triunfador al francés, que dos semanas ayer había superado a Gimeno en esa misma pista durante la Copa Davis. Argumentaban, adicionalmente, que la etapa y el cansancio por los duros partidos serían insalvables para el gachupin.
Pero Andrés pensaba diferente, muy diferente. Antonio Muñoz, con quien se despidió de la prueba de dobles cediendo en cuartos de final en tres sets delante Jan Kodes y Jan Kukal, lo sabía de primera mano. “Si hay cualquiera que sabía de tenis ese era Andrés. Cuando perdió con Proisy en la Davis, estábamos solos en el vestuario, y de repente se me acercó y me dijo: Antonio, este tío no me va a aventajar nunca más. Ahora ya sé como debo jugarle, No voy a perder la próxima vez con él”.
Gimeno escuchaba como en los corrillos y en los vestuarios daban como triunfador al francés, que dos semanas ayer había superado a Gimeno en esa misma pista
Y Andrés hizo efectividad su predicción. Pese a perder el primer parcial, acabó pasando por encima del francés. “Desde el igualada a tres en el segundo set, ya dominaba todas las acciones en pista y solo me pudo aventajar dos games”, explicó el gachupin. Recibió la Copa Pierre Guillou, trofeo en honor del gran capitán de los 4 Mosqueteros del tenis francés (aún no existía la Copa de los Mosqueteros que se entrega en la ahora).
Gimeno fue abrazado en la pista por su buen amigo Jesús Ichaso, periodista de ‘La Vanguardia’ que acudió a presenciar la final y a quien la prensa francesa confundió con el padre del nuevo campeón. Tras encaramar la Copa Pierre Gillou, en el vestuario recibió una réplica casi miniatura, tamaño de una cuchitril de ajedrez. “Es pequeña, pero lo que significa es muy ilustre”, dijo Andrés cuando fue expuesta durante unos días en la inauguración del espacio Tennis Museum de la Agrupación Catalana por parte de Juan Antonio Samaranch.
Analizando el torneo y la final, las reflexiones de Gimeno a su regreso de París fueron muy emotivas. “ Llevo dos días que no duermo y casi nada como. Es una trofeo que me compensa decepciones y fracasos anteriores. Ahora soy un hombre nuevo con ganas de retar. Necesitaba este triunfo y me llega en un gran momento y voy a disfrutarlo con mi clan”, dijo Andrés al ser recibido en el aeropuerto por empleados y socios del RCT Barcelona. Las risas y el sobo muy peculiar fue con Antonio Muñoz. “Te lo dije. No iba a perder con Proisy”, gritó con complicidad.
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