Rusia ampliará su fuerza nuclear si Suecia y Finlandia entran en la OTAN

El mar Báltico se convertirá en una región mucho más militarizada si Suecia y Finlandia se convierten en miembros de la OTAN, advirtió Rusia el jueves. Dimitri Medvédev, uno de los hombres más cercanos al presidente ruso, Vladímir Putin, avisó que la admisión de estos países en la ordenamiento obligaría a Rusia a acrecentar sus defensas en la región, incluido el despliegue de armas nucleares.

Según el político, presidente de Rusia entre el 2008 y el 2012 y hoy vicepresidente del Consejo de Seguridad, si los dos países escandinavos se unen a la OTAN, ya no se podrá balbucir del Báltico como una zona vacuo de armas nucleares.

El Báltico ya no sería una zona vacuo de armas nucleares, dice el expresidente ruso Dimitri Medvédev

Rusia tendría que “robustecer seriamente las agrupaciones de las fuerzas terrestres y las defensas aéreas, desplegar sustancialmente fuerzas navales en el caleta de Finlandia. En este caso ya no se podrá balbucir de ningún status no nuclear del Báltico. El compensación debe restablecerse”, escribió Medvédev en su canal de Telegram.

Moscú se ha pronunciado repetidamente contra la expansión de la Alianza Atlántica, alegando que daña su seguridad. A finales del 2021 propuso a Estados Unidos y otros miembros de la OTAN un plan de garantías de seguridad para Rusia que incluyera la renuncia a esa expansión en torno a el este y la instalación de bases en exrepúblicas soviéticas. En enero del 2022 se mantuvieron varias reuniones, que terminaron sin resultado.

Pero la intervención marcial de Rusia en Ucrania no ha persuadido a los países con dudas a ceder ideas de unirse a la ordenamiento defensiva colectiva occidental. Al contrario, ha unido más a Oeste en torno a la OTAN y frente a los planes de Putin. Finlandia, que tiene una frontera terráqueo de más de 1.300 kilómetros con Rusia, y Suecia, uno y otro países miembros de la Unión Europea pero oficialmente no alineados, comenzaron a plantearse más seriamente unirse a la OTAN cuando el presidente ruso inició la que llamó “operación marcial distinto”. El Parlamento de Helsinki debatirá esta cuestión en las próximas semanas, según anunció el miércoles la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.

“Tenemos una larga frontera con Rusia y vemos cómo Rusia está actuando ahora en Ucrania”, dijo Marin. “Tenemos que preguntarnos cuál es la mejor guisa de asegurarnos de que esto nunca ocurra en Finlandia”, explicó. Afirmó, a su vez, que el proceso para tomar una valor será “conveniente rápido”.

Esta misma semana el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que la ampliación de la OTAN no aportaría más estabilidad a Europa. “Hemos dicho repetidas veces que la Alianza es más acertadamente una aparejo de confrontación. No es una alianza que proporcione paz y estabilidad”, dijo el lunes.

Rusia cuenta con dos horizontes al mar Báltico, una a través del caleta de Finlandia, donde se encuentra San Petersburgo; y otra gracias a su enclave de Kaliningrado, que se encuentra entre Polonia y Lituania y es sede de la flota rusa del Báltico.

A la amenaza rusa de robustecer sus posiciones militares en el Báltico respondió precisamente Lituania, uno de los países de la región que pertenece a la UE y a la OTAN desde el 2004.

Su primera ministra, Ingrida Simonyte, aseguró que las amenazas rusas “no son mínimo nuevo”. Y subrayó que “Kaliningrado es una zona muy militarizada, lo ha sido durante muchos abriles”.

Por su parte, el ministro de Defensa lituano, Arvidas Anusaukas, añadió que Rusia tiene armas nucleares desplegadas en Kaliningrado antaño incluso de la presente crisis, citado por la agencia BNS. “En Kaliningrado siempre ha habido armas nucleares... la comunidad internacional, los países de la región, son perfectamente conscientes de esto... Ellos (Rusia) las usan como una amenaza”, añadió.

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