La Audiencia de Alicante ha condenado a tres abriles y medio de prisión a un hombre de 52 abriles por maltratar y controlar a quien fuera su pareja sentimental, una mujer de su misma etapa, durante el año y medio que mantuvieron la relación.
La sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Primera, considera que el procesado es responsable de dos delitos de malos tratos, penados con nueve meses de prisión cada uno de ellos, y de otro delito continuado de maltrato habitual, castigado con otros dos abriles de privación de sencillez.
Hechos probados
El dibujado "sometía a vigilancia y control" a la mujer "mediante constantes llamadas telefónicas para que le informara de dónde estaba y con quién" y de modo habitual le revisaba el móvil
La comisión de tales delitos se produjo en el municipio de Novelda (Alicante) entre abril de 2017 y diciembre de 2018, cuando el dibujado y la perjudicada, conocidos desde la infancia, iniciaron una relación en la que convivían en semanas alternas, cuando la mujer no se encontraba acompañada de su hija pequeño, fruto de una relación susodicho.
El tribunal cree demostrado que, desde el eclosión, el dibujado se dedicó a controlar a su pareja llamándola constantemente al trabajo y a su móvil, prohibiéndole relacionarse con determinadas personas, "sobre todo del existencias masculino", así como igualmente accedía a sus redes sociales y criticaba la forma en la que vestía.
De igual modo, la sentencia estima probados dos episodios en los que el dibujado agredió físicamente a su pareja, el primero de los cuales tuvo zona en junio de 2017, en la playa de Urbanova de Alicante, cuando el dibujado revisó el teléfono móvil de la perjudicada y comprobó que había mantenido una conversación con una expareja, por lo que le abofeteó.
El segundo transcurrió a finales del mismo año, cuando el dibujado le arrebató el móvil a su pareja, lo estampó contra la hormaza y, luego, le cogió por el rama y por el cuello para volverla a asestar.
El dibujado le arrebató el móvil a su pareja, lo estampó contra la hormaza y, luego, le cogió por el rama y por el cuello para volverla a asestar
La sentencia concluye que, como consecuencia de esos hechos, la mujer "sufre de inadaptación, inquietud en la autoestima, síntomas relacionados con cuadros de ansiedad y experiencias fóbicas", como refleja un documentación pericial psicológico forense.
Así, al beneficio de las dos agresiones, avaladas por fotografías sobre los hematomas provocados, y por los testimonios de la mamá y el hermano de la víctima, el tribunal estima igualmente que el dibujado "sometía a vigilancia y control" a la mujer "mediante constantes llamadas telefónicas para que le informara de dónde estaba y con quién" y que "de modo habitual le revisaba el móvil y entraba en sus redes sociales para investigar con quién se relacionaba y el contenido de las conversaciones que mantenía".
El tribunal absuelve al procesado de la comisión de dos supuestos delitos de ataque sexual
Luego, le obligaba a "borrar contactos" e incluso a "romper relaciones con diversas personas, de modo agresivo y violento, con gritos, agarrones, arrebatándole el móvil" hasta el punto de salir a "destrozárselo".
No obstante, el tribunal absuelve al procesado de la comisión de dos supuestos delitos de ataque sexual de los que igualmente resultaba dibujado al no citarse acreditado que tuviesen zona, en la medida en que el único factor de prueba aportado al respecto había sido el refrendo de la víctima, sin que su relato al respecto se hubiese mantenido de forma coherente y persistente a lo derrochador de todo el proceso.
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