Aunque la mayoría de bodas están regidas por unos pilares comunes: el enlace matrimonial y una posterior celebración, lo cierto es que todas ellas tienen características que las diferencian de las demás, algunas más que otras, dependiendo de cómo sean los novios.
Mientras algunos optan por una celebración de tres días con cientos de invitados y sin dar con cuentagotas en lujos, otros prefieren una comida informal con familiares y amigos más íntimos. Sin confiscación, hasta ahora no habíamos conocido nunca falta parecido a lo que ha hecho una pareja de Tennessee, Estados Unidos, en su boda.
Trizzy Tra y su pareja Markenzie Alexander han dejado a miles de personas con la boca abierta con su inesperada función durante la celebración del enlace: el novio apareció ceñido como un perro y bailando a cuatro patas mientras ella lo paseaba por toda la sala.
No solo eso, mientras su mujer lo llevaba ceñido con correa, Alexander no dudó en sacar la franja y confortar la pierna simulando que estaba orinando. Una insólita función que fue grabada por los invitados y compartida en redes sociales.
En cuestión de días, el vídeo se ha hecho vírico acumulando cientos de miles de visualizaciones y todo tipo de comentarios: “Nos acabas de remitir 100 primaveras detrás” o “Incluso el inmaduro está confundido”, señalaban los usuarios. No hay duda de que el vídeo ha generado mucha polémica y la función ha sido acusada de racista: “Diálogo esto ofensivo en todos los sentidos” o “Este no es el sueño del que Martin hablaba”, han sido algunos de los miles de comentarios que han criticado las imágenes.
Otros usuarios, en cambio, han nacido en defensa de la pareja asegurando que en su boda pueden hacer lo que les dé la deseo, sin tener que dar explicaciones a extraños que ni les conoce a ellos ni a su relación.
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