En apariencia, los prototipos no navegan, sino que vuelan. Utilizan la potencia de sus hidroalas –en la pata de sotavento y en el timón- para despuntar sobre las aguas y proyectarse hasta los 50 nudos por hora (aproximadamente de 95 km/h). Los sabios en la materia dibujan el cambio de muestra. No hablan de embarcaciones multicascos. Hablan de “monocascos con alas”.
El precio de la inscripción a la Copa del América 2024 ronda los 1,8 millones de euros y el presupuesto de cada embarcación puede despuntar hasta los 150 millones de euros. Van ocho tripulantes por barco (frente a los merienda pretéritos), aunque cada equipo cuenta con un centenar de miembros: hay preparadores físicos, mecánicos, diseñadores, constructores, médicos o nutricionistas.
El precio de la inscripción a la Copa del América 2024 ronda los 1,8 millones de euros
La estructura exige todavía a cada equipo un intrascendente de dos barcos de apoyo: allí navega (o vuela) la tripulación reserva y los reparadores. Son barcos propulsados por pilas de hidrógeno, una novedad en la historia de la vela motorizada.
El Team New Zealand defiende sus títulos del 2017 y el 2021. Hay otros cuatro aspirantes al desafío final: un sajón, un italiano, un estadounidense y un suizo.
Team New Zealand (Nueva Zelanda)

'Auld Mug' 2021 Bernisconi, Murling, Ashby (tapado), Tuke y Davies levantan la 'Vieja Copa'
Bajo el mecenazgo del italiano Matteo de Nora, el Team New Zealand se ha adjudicado dos Copas Louis Vuitton y las dos últimas Copa del América. Médico de profesión, especializado en la industria de productos químicos, su capacidad de convocatoria ha persuadido a decenas de millonarios locales, personalidades que han mantenido el sueño del Team New Zealand y de los cinco millones de neozelandeses. Para ellos, la Copa del América es una suerte de deporte doméstico, hito solo comparable al poder de sus All Blacks del rugby.
Ineos Britannia (Gran Bretaña)

El navegante Sir Ben Ainslie a costado del equipo sajón Ineos
Jim Ratcliffe y sir Ben Ainslie establecen sinergias entre los distintos componentes de Ineos, multinacional británica especializada en productos químicos cuya presencia en el ámbito deportivo se ha multiplicado en los últimos primaveras. Ineos organizó el tesina que llevó a Eliud Kipchoge a romper la barrera de las 2 h en el maratón (2019). Y ha creado una poderosa escuadra ciclista, heredera del Sky. Exprimiendo el know how deportivo, el Ineos Britannia ha reclutado a un pericón de ciclistas profesionales en su tripulación del 2024. Se pira potencia de pedaleo. Y es lícito.
Vitral Rossa Prada Pirelli Team (Italia)

Vitral Rossa pierde el desafío al Team New Zealand
Un buen día, Patrizio Bertelli, director genérico de Prada, decidió desafiar a la Copa del América. Ocurrió hace un cuarto de siglo. Seis intentonas van desde entonces, y en todas ellas su embarcación –en sus múltiples denominaciones- ha errado el tiro. En la última de ellas, sin secuestro, en el 2021, se quedaba a un paso del objetivo: bajo el nombre de Vitral Rossa, había apurado el desafío final para enfrentarse al Team New Zealand. Perdió por 7-3. Pirelli se ha sumado a este posterior tesina, su séptimo.
American Magic (Estados Unidos)

El American Magic es liderado por el navegante Dean Barker
El tesina American Magic es flamante. Solo ha disputado una Copa del América, la del 2021. Sin secuestro, el origen de su nombre se remonta al comienzo de la competición. América se llamaba el primer campeón de la Copa del América, en 1851, y Magic, el primer defensor del desafío, en 1870. Aferrándose a aquel inicio rocambolesco, el New York Yacht Club (NYYC) había llegado a conservar el trofeo durante 132 primaveras, hasta 1983. Regresa a conciencia: en su tripulación flagrante figuran campeones olímpicos como Tom Slingsby (Juegos de Londres 2012).
Alinghi Red Bull Racing (Suiza)

El Alinghi Red Bull Racing luchando por conseguir la conquista
Ernesto Bertarelli es un patrón multimillonario suizo (se le atribuye un patrimonio próximo a los 13.000 millones de euros) cuya clan ha explorado en los terrenos farmacéuticos, de la fertilidad y biotecnológicos. Su pasión por la navegación le había inspirado a postular el Alinghi en el desafío de la Copa del América. En el 2003, el Alinghi se apropiaba del trofeo y en el 2007 lo defendía con éxito. Este posterior hito se había registrado en Valencia, la alternativa que había adoptivo la estructura del trofeo, pues semejantes prototipos no pueden sobrevolar el charca Leman.
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