Diego Martínez (41 abriles, Vigo) acaba de aterrizar en el Espanyol con ganas de construir un equipo competitivo. Promete pasión y dedicación, virtudes con las que ya sobresalió con el Obús. Luego de un año sabatino voluntario, con una estancia larga incluida en Inglaterra, Martínez llega con la maleta repleta de ideas. Conceptos futbolísticos, inspiración procedente de otros deportes, incluso de la restauración o de otras expresiones artísticas.... Todo suma si puede ser constante para hacer del Espanyol un equipo mejor y más atractivo.
Construir un equipo
“Prometer resultados sería una mentira, pero nos dejaremos el alma para ser competitivos”
Antaño de que se anunciara su fichaje mantuvo una conversación telemática con el presidente Chen. ¿Qué le trasladó?
Fue un contacto presidido por la ciudadanía. Hablamos de lo que se puede mejorar, del duelo que tenemos por delante, que nos obligará a optimizar los bienes al mayor... Será como un puzle en el que tenemos que encontrar en cada movimiento porque uno sabe de antemano que no va a poder hacer todos los que le gustarían.
¿Qué le atrae del Espanyol?
Cuando hablas con los pericos te transmiten una intensidad en el sentimiento que tienen que los convierte en poco diverso. Hablamos de un club histórico en el interior de una gran ciudad europea. Es un sitio muy atractivo y me han gustado las personas, las ideas comunes y los títulos compartidos.
Siempre en destacamento
“A lo mejor se me ocurren soluciones para el equipo al ver una película o en el coche”
Ha diligente el año fuera de los banquillos para enriquecerse como técnico. ¿Lo hizo porque es muchacha y consideraba que tenía que mejorar en algún aspecto?
Para eso da igual que tengas 20, 40 o 60 abriles. Ferran Adrià, por poner un ejemplo, está permanentemente aprendiendo. La inquietud y las ganas de instruirse van con uno. Por otro costado, las circunstancias me empujaron a tomarme un año sin entrenar. Sentía que era el momento de cerrar mi etapa en el Obús y de coger unos meses para mi tribu y para asignar un tiempo al lucro. Siempre he admirado mucho a los entrenadores españoles de baloncesto, familia que en los ochenta se iba a EE.UU. a instruirse de la NBA y del baloncesto universitario y que regresaba con un gran nivel de formación. Ahí están los Sergio Scariolo, Joan Plaza, Aíto García Reneses, Pedro Martínez o Ettore Messina. Clan preparada y con inquietud por seguir creciendo.
¿Le interesa más la apariencia táctica o asimilar transmitir su idea?
Me interesa todo. Para mí es muy difícil separar lo táctico de la papeleo, la defensa del ataque, el proporcionadamente del mal, la luz de la oscuridad. Decía Julio Velasco (preparador de balonvolea argentino) que los opuestos conviven. Para poder implantar un concepto táctico necesitas calar al corazón y para eso necesitas de la papeleo. Alejandro Amenábar dijo “quiero ser flexible sin ser rompible”. Muchas veces encuentras en otros cosas que encajan contigo. Me intento nutrir a todos los niveles.
De cara
"Si tuviese miedo nunca hubiese sido preparador, me dedicaría a otra cosa”
Se nutrió en Inglaterra de partidos de hasta novena división y compartió vagones de metropolitano con hinchas. ¿De ese bagaje de tres meses qué se trajo en la maleta que pueda implantar ahora?
Muchas cosas. Me ha apasionado siempre cómo se vive el fútbol en Inglaterra y quería experimentarlo de cerca. Como me decía un amateur, “de 11 de la mañana a 7 de la tarde del sábado vivo para mi equipo. El domingo es para mi tribu”. Quería radicar esa civilización. Otro ejemplo: para completar mi formación en España hice el curso de dirección deportiva, del que me desliz por entregar el tesina final. No es mi intención ser director deportivo pero es una guisa de entender mejor el concepto universal.
Hablaba del circunstancia de los campos ingleses. El Espanyol padece cierta desafección en cuanto a la presencia de notorio. ¿Qué puede decirle a la familia para reengancharla?
Amplio paipay
“Me puede emocionar desde el mareo del Liverpool a un ataque posicional del City”
Prometer resultados sería una mentira. Pero que nos vamos a dejar el alma para que en el proceso el equipo pueda conseguir contagiar y ser competitivo eso sí lo podemos prometer. Luego ya veremos dónde nos pone la competición. Lo que sí tengo claro es que el crecimiento de este club pasa por la unión con su familia. Porque este club es su familia.
¿Le gusta la plantilla que tiene el Espanyol?
Cuando sepa cuál va a ser… (sonríe). La que sea para mí va a ser la mejor del mundo, o mejor dicho intentaremos sacar el mayor rendimiento a la que tengamos. Es una cuestión no solo mía sino de club, de equipo, de dirección deportiva y no es una cuestión de lo que te gustaría hacer, sino de lo que podemos calar a hacer porque económicamente hay unos límites, horizontes entradas...
¿Le han resguardado que Raúl de Tomás continuará?
Respaldar en el fútbol… los nuncas y los siempres nadie puede asegurarlos. Yo quiero a los mejores en la plantilla del Espanyol y vamos a combatir por ello. Uno tiene que entender el contexto en el que está y adaptarse. Lo que me ha traído aquí es el poder construir poco más allá de los nombres. Hay que construir un equipo.
¿Pero el presidente no le pidió un objetivo pequeño?
Queremos construir un equipo reconocible, que sea sostenible en el tiempo.
En la última temporada no le ha bastado ni al notorio ni al club el mantenerse con una cierta holgura en Primera. Por eso igual hay que ir más allá el año que viene...
Los referentes
“Siempre admiré a los entrenadores
de baloncesto de los 80,
unos aventureros”
Insisto, de objetivos, de resultados no tiene sentido murmurar. Queremos mejorar siempre, pero desde el proceso, y a partir de ahí competir. Queremos construir un equipo sin miedos, sin complejos pero además sin fantasías ni castillos en el melodía.
¿Qué equipos le gusta ver? ¿Qué técnicos le emocionan?
Disfruto por ejemplo del mareo del Liverpool, pero además de un ataque posicional del Manchester City. Creo que emocionarse tiene muchos caminos, lo puedes hacer desde la energía, desde la posesión, desde una buena defensa.... Una cosa es que todo eso te pueda emocionar pero luego no hay que crear una utopía y sí asimilar qué tipo de ocio le va proporcionadamente a tus futbolistas y en qué federación te encuentras. Lo que hay que hacer es adaptarse. Me gusta intentar coger lo mejor de los mejores, pero sobre todo lo que nos venga mejor. Lo más importante es partir de los puntos fuertes de los futbolistas. Hemos de intentar potenciar sus características y adaptarnos a ellas.
Tiene auge de transigir a sus jugadores a actividades extrafutbolísticas para hacer orden. ¿Dónde piensa ponerse a la plantilla del Espanyol?
De momento, al verde. Todo lo que estoy explicando en esta entrevista tiene que ver en sinceridad con el verde, todas las cosas de inspiración externa son para mí pero eso hay que trasladarlo luego al ámbito de ocio. El verde en todas sus dimensiones, lo táctico, lo técnico, lo físico y, sobre todo, lo mental.
¿Cuántas horas le gustaría que un futbolista del Espanyol pensara en el equipo al día?
Nunca puede dejar de ser atleta del Espanyol las 24 horas los 365 días del año, pero a mí lo que me importa es que esté plenamente focalizado en los entrenamientos y en los partidos. Fuera de esto, que sea profesional y que tenga otras distracciones porque además hay que radicar.
¿Y un preparador puede calar a desconectar?
Hay que intentarlo, y con el tiempo uno se va autogestionando mejor. Pero inconscientemente mi trabajo siempre está ahí. A lo mejor estás viendo una película y la trasladas a tu trabajo o se te vienen soluciones cuando vas en el coche o estás distraído.
La química
“Los pericos te transmiten mucha intensidad, su sentimiento es único”
¿No tenía miedo de que se olvidaran de usted por irse un año?
Si tuviese miedo nunca hubiese sido preparador. Si tienes miedo y no quieres críticas, pues te has de asignar a otra cosa. El que tiene miedo siempre va a encontrar un motivo para tenerlo.
¿De los jugadores que ha entrenado cuáles le han dejado una huella exclusivo?
He tenido mucha suerte. He tenido muy buenos grupos. Yo he entrenado a equipos cadetes y desde ahí y en las diferentes categorías hemos conseguido esa cohesión. Uno siempre se queda con los grandes líderes. Voy a hacer poco que no debería, por no dejarme a nadie, que es citar a algunos. Por ejemplo Roberto Soldado, Jorge Molina, Víctor Díaz, Montoro, Oier Sanjurjo, Xisco Jiménez, Carlos Fernández o Borja Laso…jugadores que más allá de la apariencia futbolística hacían mejores a los demás y luchaban por la cohesión del equipo.
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