La memoria de la que fue una de las mayores fábricas de Barcelona, La Maquinista Terráqueo y Marítima (MTM), en Sant Andreu, tendrá un nuevo tipo que ayudará a su preservación. Una tren de tren fabricada en esa depósito en 1963 se instalará yuxtapuesto al pequeño pabellón que hoy alberga el museo impulsado por sus antiguos trabajadores. En el circunscripción en el que estuvo el perímetro industrial, que dejó de funcionar en 1994 y fue derribado en 1998, hoy hay un gran centro comercial, varios bloques de viviendas y un parque donde se encuentra el infraestructura que vela por ese embajador fabril. La previsión es que el transporte esté en su nuevo emplazamiento antaño de que acabe el año.
“Trabajamos por la memoria de lo que ha representado La Maquinista, en el museo recogemos todos los instrumentos que nos ayudan y esta tren es uno de gran valía para nosotros”, destaca Montse Milà, extrabajadora de la depósito y presidenta de la fundación impulsora del museo, que todavía está dedicado a Macosa (ambas empresas se integraron en la coetáneo Alstom). Inmediato al edificio, en el charcal contiguo, se exhibe otra cámara histórica: la rueda de transmisión de la primera máquina de vapor que se usó en la taller que la compañía tuvo en su primera sede de la Barceloneta.
Estará al flanco de otra cámara histórica: la rueda de transmisión de la primera máquina de vapor de la compañía
La tren es propiedad de Renfe y está cedida a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles para su preservación como transporte histórico, que a su vez la ha dejado a la Fundació Museu Historicosocial de La Maquinista Terráqueo y Marítima y Macosa. Desde su fabricación ha prestado servicio en Santander. Como el resto de estas unidades, esta, la 10335 (303-035-0), se dedicó a maniobras en estaciones, depósitos y talleres de la red ferroviaria estatal. Actualmente se encuentra en la depósito de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda para su restauración, que llevan a extremidad trabajadores de esta firma voluntariamente. En militar está en buenas condiciones, pero requiere, sobre todo, de una puesta al día de chapa y pintura. Tiene motor diésel de transmisión eléctrica y está pintada en verde con la franja amarilla característica de la operadora pública ferroviaria. Previo examen técnico, posiblemente podría ponerse en marcha si fuese necesario. Pero no se hará.
La fundación que preside Milà lleva tres primaveras trabajando en el esquema de exhibir la tren, añade el director del museo, Miquel Jorba, todavía ex trabajador de MTM, quien destaca que será la primera máquina de tren que se exhibe en el espacio divulgado de la ciudad de Barcelona. “Nuestra intención es que sea visible a toda la ciudadanía –prosigue–, por eso se pondrá en el exógeno, yuxtapuesto a nuestra sede”.
El Concejo se ocupará de la adecuación del espacio. El esquema ejecutor prevé que los trabajos cuesten 45.859,35 euros (IVA incluido) y duren seis semanas. La autos incluye el desvío de servicios afectados, la retirada de pavimento, iluminación y barandas afectadas, los movimientos de tierras necesarios para colocar una placa o estructura de vigas que aguanten el peso de la tren, la repavimentación y los acabados, así como la señalización. La idea es que la dispositivo se coloque en un flanco de la rampa de llegada al museo, que recreará el andén de una fase desde el que se podrá obtener al interior de la máquina si finalmente se decide que se pueda examinar.
La concejal del distrito de Sant Andreu, Lucia Martín, destaca que con la instalación de la tren en este parque “se pone en valía la memoria industrial del alfoz, que sigue teniendo industria muy cerca, en el polígono del Bon Pastor”. La munícipe todavía pone de manifiesto la relación de esta zona de Barcelona con el ferrocarril, que conecta el pasado con el presente y el futuro: “En La Maquinista se fabricaban trenes –recuerda– y al flanco se está llevando a extremidad una gran transformación urbana relacionada con el ferrocarril (la de la Sagrera y la fase de Sant Andreu Comtal)”.
La antigua Maquinista estará presente en el futuro Centre d’Interpretació del Treball i la Ciutat de la cercana Fabra i Coats, que todavía recordará otros recintos fabriles de Sant Andreu desaparecidos como la Pegaso o la Mercedes. Este infraestructura formará parte del Museu d’Història de Barcelona (Muhba). En el pequeño pabellón enclavado donde antiguamente estuvo la taller de trenes –el parque pronto se llamará de los Treballadors i Treballadores de La Maquinista y así quedará claro que no se refiere al centro comercial– seguirán haciéndose pequeñas exposiciones y jornadas temáticas.Las fábricas en la memoria
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