El coetáneo presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, negó este lunes en la Audiencia Franquista conocer que el BBVA, en la época que él era mentor delegado, contratara al excomisario José Manuel Villarejo para intentar frenar el intento del patrón Luis del Rivero de hacerse con el control de la entidad. Según fuentes presentes en la proclamación, Goirigolzarri dijo que se enteró de esta contratación a posteriori y le pareció una “enorme deslealtad”.
Según explicó, quien estuvo detrás fue el responsable de Bienes Humanos, Atractivo Cano, y a su discernimiento debió hacerse con el conocimiento del entonces presidente, Francisco González, investigado en esta causa.
BBVA
El exconsejero delegado del costado cree que el presidente, Francisco González, sí conocía la operación
El presidente de CaixaBank declaró frente a el árbitro Manuel García Castellón en la cuarto que investiga los pagos a Villarejo siendo comisario en activo, en el situación de la Operación Tándem, por la que el policía fue detenido en noviembre del 2017. El magistrado le citó como declarante a petición de la Fiscalía Anticorrupción. Según lo manifiesto por Goirigolzarri, fue Cano, en el 2005, cuando ya estaban finalizados los trabajos de Villarejo, quien en una reunión le contó que se había contratado a una empresa de inteligencia para controlar a Del Rivero, aunque le dijo que era todo admitido.
Goirigolzarri indicó que se enfadó al enterarse: le pareció una “enorme deslealtad” porque esa contratación se había llevado a final a sus espaldas. Según fuentes jurídicas, el banquero añadió que advirtió a Cano que si se volvía a repetir poco así sería despedido. Cree que González debía saberlo, porque si no Cano no hubiese procedido a la contratación.
El presidente de CaixaBank desmiente así un apunte de Villarejo en una de sus agendas, en el que venía a opinar que el director de Seguridad del BBVA, Julio Corrochano (su enlace en el costado), entregó uno de los informes al mentor delegado, que en ese momento era Goirigolzarri.
Desde el 2019, González se encuentra investigado por los delitos de cohecho y revelación de secretos por los contratos que suscribió la entidad con Villarejo para espiar a Sacyr cuando intentó difundir una opa sobre el BBVA en el 2004.
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