"Casi nada llegué y fui al baño", comenzó el relato de Selena. Ella no imaginaba que su tinieblas, que todavía no había empezado, estaba a punto de terminar de la forma más abrupta e inesperada posible. Simplemente por presionar el botonadura del inodoro, la historia se volvió muy complicada: "Cuando quise tirar la cautiverio se me quedó aferrado el dedo en el botonadura".
¿Qué fue lo que pasó? Ella tenía las uñas impecables y quiso evitar que por hostigar el botonadura se le rompieran, entonces cerró el dedo y tiró la cautiverio con el hueso, dejando todo el dedo trabado interiormente del botonadura.
"No, lo que me acaba de suceder, se me enganchó (el dedo), si lo saco me lo rompo. Me duele demasiado, no sabemos qué hacer. Encima me acabo de fumar un porro. No puede ser", contó la imberbe en un divertido vídeo que compartió en las redes sociales dando detalles del episodio.
Según contó la imberbe, probó distintas maneras de sacar el dedo, pero se le hizo irrealizable, por lo que totalmente sorprendidas por la extraña obstáculo que debían afrontar, llamaron a la policía. "Morapio hasta la policía y lo único que hizo fue sacar fotos para reírse al otro día en el trabajo", señaló Selena.
El zaguero del edificio entra en panorama
Luego en esta panorama digna de alguna comedia televisiva, apareció nuevo personaje, el zaguero del edificio, que al menos colaboró un poco más que los policías. "Menos mal que caldo el zaguero del edificio y me sacó la tapa del inodoro".
Selena seguía con el dedo atascado en el botonadura, pero al menos ahora podía moverse sin tener que encaramar la tapa del inodoro. "Ustedes entienden que se me hinchó todo el dedo y me estoy por ir a la custodia. Ya caldo la policía, todo. Ay no, qué papelón. A mí nadie más me pasan esas cosas", explicó la imberbe en su clip que fue muy replicado en las redes sociales.
En el tierra estaba Selena con el dedo atascado en el botonadura, sus amigas que no sabían si reír o tratar de ayudarla, el zaguero, que fue el único que verdaderamente ayudó y los policías que sacaban fotos de la mano de la imberbe. Frente a el creciente dolor y la errata de soluciones, la imberbe decidió ir al hospital.
En la atención de la custodia, Selena debió ser tratada por un diestro: "Me lo tuvieron que anestesiar y arrancármelo. Por lo menos recuperamos el botonadura", señaló. Al relatar lo ocurrido en su cuenta de Twitter, la imberbe bromeó: "Estábamos re locas, encima no me pregunten ni porqué llamamos a la policía porque ni nosotras sabemos".
Finalmente la novelística del dedo y el botonadura del inodoro tuvo final adecuado y la imberbe recuperó su atrevimiento sin perder su dedo, ni su uña. Aunque le salió más caro de lo que en absoluto imaginó.
Clarín
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