En su papel de anfitriona durante la Cumbre de la OTAN, la reina Letizia ha estrenado varias piezas firmadas por modistas españoles que han sido por su sobriedad y elegancia muy aplaudidas en los tabloides especializados y las redes sociales.
Desde el vestido sombrío firmado por The second skin co que escogió para la cena en el Palacio Efectivo a las delegaciones de jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la Cumbre hasta el vestido de topos de Laura Bernal que llevó para inspeccionar Segovia. Su objetivo durante su memorándum de actos culturales unido a las acompañantes de los participantes a la Cumbre de la OTAN ha sido destacar el talento textil gachupin.
Los topos y las alpargatas de esparto - su alpargata veraniega fetiche- se ha trillado en sus estilismos a lo dispendioso de esta intensa semana de actos oficiales como incluso los diseños de Carolina Herrera, firma imprescindible en el armario de la Reina. Así, posteriormente de atinar con un traje blanco de la firma en su turista al Centro de Recibimiento, Atención y Derivación de refugiados ucranianos en Pozuelo, la Reina vuelve a echarse en brazos en Carolina Herrera para su final look de estas jornadas.
Se alcahuetería de un vestido de 2018, diseñado a medida para ella para su alucinación a Estados Unidos. Una cuchitril inolvidable de su armario que este jueves recicla para venir al Teatro Efectivo de Madrid unido a las primeras damas de los miembros participantes a la Cumbre de la OTAN.
La cuchitril se caracteriza por su falda de corte A, la botonadura en el derrama y sobre todo su provocativo color fucsia. Una tonalidad viva con la que la Reina no ha pasado desapercibida entre sus acompañantes, la mayoría vestidas con una paleta de neutros o sutiles estampados florales.
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