Pedro Sánchez media ante el Deutsche Bank para salvar a Celsa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó el lunes al presidente ejecutor del Deutsche Bank AG, Christian Sewing, para presionar a la en­tidad para que sus fondos acepten una quita de la deuda de Celsa que le permita ingresar a la ayuda financiera ofrecida por la SEPI.

Según explicó ayer la agencia Bloomberg, Pedro Sánchez telefoneó a Christian Sewing el lunes para discutir la situación de la empresa catalana y le instó a hacer concesiones a los propietarios de la empresa, la comunidad Rubiralta, según personas familiarizadas con el asunto. El costado germánico forma parte de un reunión de acreedores que incluye a Cross Ocean Partners, Goldman Sachs Group y SVP Universal, que han estado en disputa con Celsa y la comunidad Rubiralta desde el inicio de la pandemia.

La señal pilló por sorpresa a la dirección de Deutsche Bank, dijo una de las personas consultadas, ya que es inusual que los altos ejecutivos reciban llamadas sobre decisiones tomadas por sus unidades de banca de inversión. No está claro si la conversación moverá la alfiler en las negociaciones. Portavoces del Gobierno gachupin, del Deutsche Bank y de Celsa se negaron a hacer comentarios.

El plan de la SEPI, que cuenta con el apoyo de la empresa y de los sindicatos, implica el desembolso de 550 millones de euros, pero debe ser validado por el Consejo de Ministros y está condicionado a que haya un acuerdo con los acreedores. Los tenedores de la deuda no han invertido ni prestado capital a Celsa. “Los fondos que no financiaron al Agrupación Celsa, sino que compraron su deuda en el mer­cado secundario con descuentos de hasta el 90%, obtendrían, gracias a la concesión de una ayuda pública, rentabilidades del 80% anual multiplicando por más de cinco la inversión realizada”, asegura la empresa.

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