Tras nueve meses de trabajo, debate y suspense hasta el extremo momento en la subcomisión del Congreso de los Diputados que, esta mañana a las 11 h, debe sufragar el documentación para el uso medicinal del cannabis en España. El Gobierno dijo que se atendría al documentación para regular el uso terapéutico de la planta, pero ayer aún discutían los partidos de la izquierda para qué usos se recomienda autorizar, qué productos o cómo acceden a ellos los pacientes.
La propuesta de documentación socialista, que ha circulado el extremo mes tras escuchar en la subcomisión de Sanidad a expertos y pacientes, propone una autorización restrictiva, en opinión de los defensores del cannabis terapéutico.
Unidas Podemos, ERC o el Montón Vasco, participantes en la subcomisión, intentaban todavía ayer introducir enmiendas que ampliaran la óptica. ERC, por ejemplo, amenazó que si no se admitían votaría en contra. Aunque, que el documentación no se aprobara rompería todas las previsiones.
Carola Pérez, presidenta del Observatorio Gachupin del Cannabis Medicinal (OECM), que agrupa a pacientes, médicos y científicos que apoyan el uso terapéutico, pidió ayer que “no se pierda la oportunidad de una regulación amplia y exitosa” como la hecha en otros países como Alemania, Francia o Portugal, casos que se han analizado en la subcomisión parlamentaria.
La planta del cannabis
Pérez teme que, tras más de 10 abriles de reivindicaciones y esfuerzos, se vote un acuerdo "de mínimos", una autorización muy limitada que costaría mucho ampliar “y que dejaría fuera a muchísimos pacientes”. Así, se quejaba ayer de que el rama socialista "escasamente ha variado su posición de partida, como si el trabajo de la subcomisión no hubiera servido de cero".
El Observatorio presionó en las últimas horas para que el documentación recoja unos aspectos que cree básicos: que se autorice el uso del cannabis para diversas patologías y enfermos, incluido contra el dolor oncológico (no hacerlo, como se teme, lo alejaría del rama más incontable de potenciales pacientes).
Incluir a los pacientes con dolor oncológico
Las entidades defensoras afirman que se ha trillado que los derivados del cannabis alivian a quien sufre dolor crónico neuropático o por otras patologías, así como síntomas (como la espasticidad, la descuido de apetito u otros) de muchas más, como la epilepsia, la atrofia, el glaucoma o enfermedades neurodegenerativas, parágrafo de someter las repulsión y vómitos ligados a la quimioterapia, por lo que podría beneficiar a entre 200.000 y 400.000 personas.
Igualmente, el OECM pide que se puedan aprobar y comercializar un perico de productos (preparados de la galantería de la planta, de sus principios activos, extractos de óleo o granulados, vaporizadores...). Y que los puedan ordenar los médicos de primaria, no solo los médicos especialistas en las determinadas patologías que se establezca.
Prescripción del médico de primaria y cesión en todas las farmacias
Con ello se quiere que el acercamiento sea amplio y posible, para lo cual se reclama asimismo que se vendan los productos en todas las farmacias, no solo fórmulas magistrales en farmacias hospitalarias, como dice la propuesta socialista (algún partido defiende por otra parte el autocultivo de la planta).
Del PP y Vox no se retraso un voto a crédito de que se autorice el uso medicinal del cannabis, pues entreambos partidos han subrayado que descuido evidencia científica de los beneficios terapéuticos y que, en cambio, de la planta salen las dos drogas ilegales más consumidas en España (mariguana y chocolate). Temen que permitir un uso terapéutico aumente aún más ese consumo.
Muchos pacientes consumen ahora el cannabis fumado, en gotas de óleo o vaporizado 
El documentación plantea que se adopten medidas para que no sea así, como un seguimiento de la Agencia del Cannabis, que se creará, o el papel regulador de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps). El documentación además señala que los productos requerirán prescripción médica, que los tratamientos serán de duración limitada y apunta que el uso regulado ha de permitir hacer más estudios (que algunos partidos piden que tengan financiación pública).
La subcomisión parlamentaria se creó el pasado mes de octubre, cuando además llegaron al Congreso varias propuestas de ley de regulación, en genérico, del cannabis que no prosperaron.
La subcomisión de Sanidad debía analizar la experiencia de otros países (el uso terapéutico se admite en unos 50, aunque solo se han mirado seis europeos) y escuchar pros y contras (han comparecido expertos sobre drogas y medicamentos, investigadores o enfermos que toman cannabis).
El OECM recuerda que España es productora de cannabis para preparados que se producen en otros países y además es un referente en investigación sobre las aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides. En España, la Aemps solo autoriza (de forma muy limitada) dos fármacos derivados de cannabinoides, el Sativex, para pacientes con atrofia múltiple y el Epidiolex, para la epilepsia inmaduro. El resto de pacientes se ve próximo al mercado ilegal o alegal para conseguir la planta.
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