El gobierno municipal de Barcelona ha empeñado en presentarse a las puertas de las elecciones del 28 de mayo del 2023 con dos de los proyectos más publicitados por los comunes en estado de revista. Quiere que la transformación urbana que pregonan principio a visualizarse. Uno de esos proyectos es la conexión del tranvía por la Diagonal, cuyas obras han comenzado en el extremo de Glòries. El otro son los nuevos ejes verdes del Eixample. En este caso, al equipo de Ada Colau le han entrado todas las prisas del mundo: en ocho meses y medio como mayor han de estar terminadas unas obras que costarán más de 50 millones de euros. Sobre este tesina planea una doble amenaza legislativo, por la vía penal y por la del contencioso-administrativo. En los dos casos, los demandantes entienden que una obra de esta envergadura, por el impacto que tendrá en el centro de Barcelona –agradecido por el propio Concejo–, no puede zamparse como si se tratara de una simple reurbanización de calles, que sería necesaria una revisión del planeamiento ayer de ejecutarla.
Publicar un comentario