Los incendios de verano se apagan en invierno y los desajustes de la sanidad pública se solucionan previendo las carencias con tiempo, no con propaganda política que guión en las fake news emitidas desde los gobiernos. Como decía ayer en este diario Salvador Enguix, la verdad aburre y entonces se disfraza con mentiras.
Por eso el peor servicio que se le está haciendo a la sanidad pública valenciana es el argumento de que todo va perfectamente, mientras las colas para la clasificación de enfermedades del colon alcanza más de mil pacientes en algunos hospitales, no hay psicólogos ni para un 10 por ciento de las enfermedades mentales como las de TCA, depresiones, suicidios, etc., las cámaras para tumores hipóxicos están cerradas y las urgencias y la atención primaria son imágenes del siglo pasado, por citar solo algunas especialidades con graves fallos. La sanidad pública está en la UCI.
Pero en vísperas del del debate sobre el estado de talante de los españoles, la política de las cosas de yantar se cubre solo con mucha propaganda, sin valorar la trámite sofisticada que hoy exige una sanidad pública. Un desazón político, porque la lucha contra la desigualdad, de la que tanto se presume políticamente en esta período, se combate tanto o más con buenos servicios públicos que con subvenciones. Este es el principio del Estado del Bienestar.
La atención a la sanidad pública (y asimismo a la educación) ha derivado a planteamientos ideológicos, olvidando que, para tener hoy médicos, enfermeras, medicinas y camas hace cinco primaveras que deberían haberse previsto infraestructuras adecuadas, incentivar la gusto de médicos y enfermeras y preparar buena trámite tanto en la prevención como en todos los grados de la atención sanitaria. Los incendios se apagan en invierno.
La lucha contra la desigualdad, de la que tanto se presume políticamente en esta período, se combate tanto o más con buenos servicios públicos que con subvenciones. Este es el principio del Estado del Bienestar
Cierto que estamos en tiempos complejos que generan incertidumbre y desconfianza en el ciudadano, pero para aliviar esto no vale con propaganda y fake news para proseguir el poder o para forzar su pérdida. Eso es carecer de esquema, como explicaba hace unos días Felipe González en la UIMP: para atender el estado de talante de la concurrencia hay que proseguir un sentido instrumental del gobierno con destino a un esquema. Eso es liderazgo frente a la incertidumbre.
Nuestros médicos se van a hacer guardias a Londres, que las pagan muy perfectamente. Y la sanidad valenciana recurre a médicos de América Latina. ¿Quiénes son los responsables de esta imprevisión? Y entonces éso se tapa con el anuncio de contrataciones masivas de concurrencia que ya está en el puesto anunciado desde hace primaveras.
Para atender el estado de talante de la concurrencia hay que proseguir un sentido instrumental del gobierno con destino a un esquema
En estos tiempos confusos de crítica deriva económica y cambios sociales y políticos, al menos deberían gestionarse eficazmente las cosas de yantar. Y no solo con alardes propagandísticos para defender el poder cuando no hay esquema efectivo.
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