El dique de contención que Unidas Podemos pretendía alzar en el consejo de ministros contra la “ascensión militarista” anunciada por Pedro Sánchez durante la fresco cumbre de la OTAN ha fallado antaño, incluso, de erigirse.
No habían pasado ni 24 horas desde que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunciara el previsible voto en contra de los ministros morados al aumento del compra en defensa cuando Joan Subirats (En Comú) se desmarcaba ayer de la cadena oficial demandada por el reunión parlamentario.
“La situación hipotética de que la defensa de Europa y los títulos occidentales estaba en manos de Estados Unidos y que los países europeos podíamos mantenernos tranquilos sin preocuparnos de la defensa ha quedado harto desmontada”, argumentó el titular de Universidades en una entrevista en La 2 y Ràdio 4.
Subirats rechaza entrar en una método de carrera armamentística, pero cree “justificado que España asuma más costes militares frente a la aumento de las amenazas y hostilidades” internacionales derivados del conflicto belicoso de Ucrania.
¿Hasta qué punto? El ministro no quiso valorar si elevar la inversión armamentística hasta el 2% del PIB es adecuado o exagerado pero, sea cual sea la emblema definitiva, dejó caer su intención de incumplir la disciplina de voto morada cuando llegue el momento.
Desairando, de paso, a la secretaria genérico de Podemos, Ione Belarra, quien ha insistido en las últimas horas en centrar los esfuerzos y los medios para “ampliar los derechos sociales” y no los “tanques”.
Descubierto el melón en el seno del Gobierno de coalición, nadie duda de que el compromiso de Pedro Sánchez frente a la OTAN y la Unión Europea para incrementar los medios económicos comunes, cercano a la ampliación de la almohadilla de Rota, marcarán el próximo debate sobre el estado de la nación previsto de aquí a unas semanas.
El ministro de Universidades cree que Europa ya no puede despreocuparse de su defensa
Pero acullá de esperar a encajar las críticas que le llegarán desde la examen, el presidente del Gobierno ha optado por una organización ataque en forma de órdago. Planteando a los ministros de Podemos si podrán seguir formando parte del Gobierno si votan en contra de cuestiones relativas a la defensa del país.
Poco más sosegada fue la reacción ayer de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien invitó al socio de coalición a analizar “sin prejuicios”, ya que sin seguridad no hay autogobierno ni los ciudadanos pueden disfrutar de servicios como la educación o la sanidad.
“No es una existencia de flores y de paz, es una existencia muy dura” (...). “Cualquier misil que puede propalar Rusia puede conmover a Madrid, la situación de vulnerabilidad que está viviendo el mundo impasible es preocupante. Ojalá no estuviéramos en este contexto, pero lo estamos y hay que defenderse y trabajar por la paz”, declaró en una entrevista en La Sexta.
Mientras tanto, en un interesado segundo plano, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, despejó su dietario de ayer –la segunda vez en una semana– pero aprovechó las redes sociales para desvelar el logo de Sumar, la plataforma sobre la que articulará el anunciado proceso de audición a la ciudadanía para concretar si, definitivamente, se presenta como candidata a la Presidencia en las próximas elecciones generales.
No será hasta el próximo viernes cuando Díaz presente oficialmente Sumar en un acto multitudinario en Madrid, pero las líneas maestras de su plan destacan la “promoción del compromiso demócrata y la décimo de la ciudadanía en la vida pública”, así como “fomentar y blindar la décimo ciudadana y de la sociedad civil para mejorar la calidad democrática y el incremento humano”.
Díaz ha evitado estos días pronunciarse sobre la dicotomía armamentística, pero ha confirmado su décimo, cercano a la cúpula de Podemos, en un curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) donde la formación enfatizará su discurso en defensa de la paz frente a la flagrante refriega de Ucrania.
Fuentes del espacio confederal defienden la reconexión de los dos sectores que, a pesar de los malos resultados obtenidos, ya compartieron dietario y mítines durante la campaña de las pasadas andaluzas.
Belarra insiste en centrar los esfuerzos en “ampliar los derechos sociales y no el número de tanques”
Lo que no queda claro es si Podemos le devolverá la entrevista a Díaz en la puesta de abundante de su plan del próximo viernes, en un momento, en el que la brecha abierta entre PSOE y Unidas Podemos en el Ejecutor, amenaza más con restar que sumar al Gobierno de coalición.
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