Los taxistas de Barcelona han vuelto este jueves a protestar en la calle. En esta ocasión, delante la sede en la hacienda catalana de la Comisión Franquista de los Mercados y la Competencia (CNMC), en la calle Bolívia, por la relación que su presidenta, Cani Fernández, ha tenido con Uber ya que fue su abogada en el momento en que la plataforma estadounidense realizaba presuntas prácticas ilegales para implantarse en varios países, según se desprende los denominados Uber Papers, y cuando Élite Taxi, la principal estructura del sector, pleiteaba contra la empresa delante la ecuanimidad europea. Las entidades gremiales exigen su cese inmediato.
Unos 200 de profesionales del taxi se han concentrado esta mañana a partir de las merienda delante el edificio, en el número 56 de la calle Bolívia, cerca de Glòries, y han estacionado sus taxis en las calles del entorno, provocando cortes de tráfico parciales. La viejo columna se ha situado en la Diagonal y en las vías adyacentes, ocupando un carril de circulación. Incólume frente a la sede del citado organismo, no ha habido cierres totales de la circulación ni problemas destacables.
La concentración de taxistas delante la CNMC
La movilización asimismo se dirige contra la propia CNMC ya que, según los Uber Papers, es un asociado de Uber de cara a su preparación en el mercado gachupin. El portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, la considera el “rama armado” de la plataforma de movilidad, según ha dicho en la concentración. Y ha calificado a la compañía de “mafiosa y criminal”.
Concentración
La movilización no ha provocado problemas importantes de tráfico a raíz del estacionamiento de los taxis en la zona de Glòries
En este caso debe tenerse en cuenta que Agència Catalana de la Competència (ACCO) mantiene despejado un expediente contra esta asociación y Taxi Project 2.0, por fomentar presuntamente la violencia contra los vehículos de transporte con conductor (VTC), unos hechos que, según la citada investigación periodística, formaron parte de la logística de la plataforma para triunfar apoyos institucionales. Los taxistas reclaman que la CNMC, que está personada en este asunto, se inhiba porque Fernández estaría alineada a valenza de la multinacional norteamericana.
El portavoz de Élite Taxi, 'Tito' Álvarez,
“Es muy solemne que una institución pública esté vinculada de una forma tan bestia para influir en las legislaciones para desregular el servicio conocido del taxi, que es de interés genérico”, ha denunciado Álvarez. “Las agencias de competencia no tienen que existir para ir contra los consumidores y proteger a los monopolios y a las empresas que hacen prácticas anticompetitivas, sino todo lo contrario”. A su pleito, la CNMC “es una institución que está completamente viciada por su presidenta” y, por ello, las asociaciones de taxistas exigen su “cese inmediato”.
En cuanto al expediente sancionador despejado por la ACCO, que podría arruinar con sanciones de hasta dos millones de euros a Élite Taxi y Taxi Project 2.0, Álvarez ha pedido su suspensión, porque se les acusa de “hacer un presión, prácticas anticompetitivas, coaccionando a sus taxistas a que se borren de la aplicación de Uber, cuando nosotros estamos ejerciendo nuestro derecho a la sencillez de expresión y decimos que esta, igual que Bolt, FreeNow y Cabify, son empresas tóxicas para el sector del taxi y para la sociedad porque su maniquí no favorece para falta a los consumidores porque cuando se hacen con el mercado abusan de ellos”.
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