Max Verstappen dominó de principio a fin la carrera al sprint de 23 vueltas del GP de Austria de Fórmula 1 disputada este sábado en el Red Bull Ring frente a miles de aficionados neerlandeses. El líder del mundial no dio opción a los Ferraris, pese a una formidable salida de Carlos Sainz, que partiendo desde la tercera posición logró presionarle durante la primera reverso. Luego, los dos monoplazas del equipo italiano se enzarzaron en una encarnizada batalla que permitió al holandés destapar un hueco insalvable.
Sainz sorprendió a Leclerc, que salía en segunda posición, con un tiempo de reacción inferior en la salida y lo sobrepasó antiguamente de la primera curva. Se repuso el monegasco para recuperar la posición cuando el castellano peleaba con Verstappen y partir de ahí se enfrascaron en una emocionante lucha, como prometió Mattia Binotto, responsable de la escudería italiana. Sainz parecía tener más ritmo y presionó a su compañero durante varias vueltas. El monegasco se defendió con determinación y mantuvo la posición hasta que el castellano decidió conformarse con la tercera posición, pero con la confianza de que en la carrera tendrá un coche para competir por todo. Para entonces, el holandés ya había despejado camino y cero cambiaría hasta el final.
“He saledizo admisiblemente y he luchado con Max y con Charles en la primera reverso. Ha sido divertido. Pero he sobrecalentado los neumáticos y he despejado la distancia para poder terminar la carrera. Estamos en la lucha”, confirmó Carlos Sainz.
El mexicano Sergio Pérez, que partía decimotercero por una aprobación por rebosar de los límites de la pista durante la clasificación, fue uno de los más activos al remontar hasta ocho posiciones para firmar el botellín puesto. En Mercedes, George Russell dio la cara por el equipo con un cuarto puesto, pero Lewis Hamilton, que el día antecedente se había estrellado tras una espectacular salida de pista, tuvo que pelear contra los sorprendentes Haas de Magnussen y Schumacher. El inglés sólo pudo con el hijo del pentacampeón del mundo y saldrá desde la octava posición de parrilla.
La imagen insólita de la marcha la protagonizó el asturiano Fernando Alonso (Alpine), que en el momento de comenzar la reverso de calentamiento permanecía sobre la pista con las mantas térmicas en las ruedas. Un nuevo problema de depósito que le impidió disputar la carrera al sprint y que le obliga a partir desde la última posición en la carrera. "Creo que ha sido un problema de depósito porque se me ha mustio todo en el coche. Lo hemos intentado con una depósito externa pero siquiera hemos podido encenderlo. Otro fin de semana que nos quedamos sin puntos en esta parte del parking. En lo que va de año habremos perdido unos 50 o 60 puntos".
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