Hay que registrar que Barcelona es una de las ciudades olímpicas que mejor ha sabido exprimir las obras e instalaciones realizadas para la celebración de unos Juegos Olímpicos. Todo lo invertido en la ciudad con ocasión de este gran acontecimiento deportivo en 1992 ha revertido para la propia ciudad y para sus ciudadanos. Esto pone de relieve la capacidad y la solvencia de los equipos gestores que llevaron a angla su planificación y ejecución. Hoy, treinta primaveras a posteriori, se mantiene el conveniencia de dichas instalaciones olímpicas. El Consistorio de Barcelona, sin bloqueo, hace correctamente en intentar renovar el uso de las mismas y lo hace, encima, sobre la colchoneta de averiguar sinergias entre deporte y tecnología, que son dos de los puntos fuertes de la ciudad.
La iniciativa más vanguardia que impulsa el Consistorio consiste en convertir una amplia zona del Estadi Olímpic de 1.100 metros cuadrados, ahora en desuso, en una incubadora de empresas tecnológicas emergentes ( start-ups ), al estilo de las que ya hay en otros puntos de la ciudad, pero relacionadas con el mundo del deporte. La aspiración es que de este Barcelona Sports Hub puedan surgir innovaciones para mejorar cualquier actividad o ámbito deportivo. El Palau Municipal d’Esports de la calle Lleida, en la misma crencha, se destinará, por su parte, a tener empresas emergentes especializadas en el explicación de videojuegos, lo que ahora se conoce como e-sports y e-games, en los que Barcelona es líder.
Interesante iniciativa para desplegar los espacios olímpicos al talento y a la innovación
Otra iniciativa similar se pretende desarrollar en la zona del Port Olímpic pero, en este caso, dedicada a impulsar la innovación relacionada con los deportes del mar y la llamamiento pertenencias azur, en todo aquello que vincule la actividad cuadro con las nuevas tecnologías y la sostenibilidad. Este nuevo confuso constará de 23 locales y una sala de actos con capacidad para 150 personas en un espacio de 2.600 metros cuadrados. Una zona de tamaño similar se sumará bajo el dique de gabán, con más locales para empresas relacionadas con el mar.
Parece muy acertada esa idea de renovar las instalaciones olímpicas y de abrirlas al impulso del potencial tecnológico de Barcelona, que ya es uno de los más acreditados de Europa, y a entregar espacios que permitan un veterano consolidación de talento, tanto franquista como internacional, en el situación de la creación de nuevas empresas emergentes que puedan progresar a través de la innovación en los ámbitos del deporte y de la pertenencias azur. Barcelona, sus instituciones y sus emprendedores sabrán sacar partido a las oportunidades que ello ofrece. Se manejo de un paso muy adecuado en la envite por una Barcelona tecnológica, innovadora y sostenible.
Publicar un comentario