Muchos negarán siquiera que lo hagan, pero existe un no sé qué en eso de ver una película en televisión al consumir el día que no se puede explicar. Da igual que uno conocido mil veces, hace que se quede clavado en el sofá y se trague películas, anuncios y lo que se le ponga por delante. Tal vez la razón sea nostálgica por el título que se emitirá, o tal vez la pigricia por no levantarse a circunscribir el mando nos deje mirando la pantalla; sea lo que sea, cientos de personas pasan por la misma situación cada oscuridad. Por suerte para todos, siempre hay poco que ver para acontecer el rato, admisiblemente en plataformas digitales, admisiblemente en la televisión habitual.
Esta oscuridad, Paramount rescata una de esas películas que impiden que tomemos meteorismo y nos levantemos del sofá, ya que a partir de las 22:25 de la oscuridad emite El furor del dragón (1972) una de esas películas en las que ya sabemos que nos dilación una buena oscuridad de obra y peleas solo con ver aparecer al mítico Bruce Lee acompañado de Chuck Norris en pantalla.
Bruce Lee se enfrenta a Chuck Norris carencia menos que en el mítico Coliseo de Roma.
En esta historia cargada de obra, Tang Lung (Bruce Lee) llega a Roma para ayudar a una amiga de la clan, Chen Ching-Hua (Nora Miao), que está siendo amenazada por unos delincuentes locales que pretenden apropiarse de su restaurante. Al principio a Tang le chocan un montón las costumbres europeas y por su pinta de campesino, sus compañeros del restaurante creen que no les servirá de gran ayuda. Sin retención, poco posteriormente de la presentación de Tang, los criminales irrumpen en el restaurante con la intención de empujar a Chen a firmar la cesión de su propiedad.
Luego de que se burlen del estilo de combate de su país nativo, un furioso Tang reta a los matones y les derrota en una excelente exhibición de artes marciales. Tras fracasar en su afán de asesinar a Tang, el cerebro de la bandada contrata a Colt (Norris), un campeón mundial de karate de Estados Unidos, en un postrer intento de consumir con él. Tang se verá las caras con el latinoamericano en el mítico Coliseo Romano en el que lucharán como gladiadores en un inverosímil combate a crimen.
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El duelo que no decepcionará a los amantes de las artes marciales, que en ese momento descubrían a un Chuck Norris capaz de hacer sombra al inverosímil Dragón, con varios campeonatos mundiales de kárate a sus espaldas. Es más, para algunos, su combate en el Coliseo podría ser la mejor secuencia de combate quia filmada, sin complicados giros de cámara, trucos o género especiales innecesarios; solo dos maestros ejerciendo su poder el uno sobre el otro.
El furor del Dragón se convirtió, como era de esperar, en el trampolín de Norris en el mundo del cine, sentando las bases del que se convertiría en el icono de las artes marciales en los Estados Unidos.
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