Tras el fin de las restricciones de la pandemia, el tráfico sutil se recupera y con éste, el negocio de las aerolíneas. IAG –matriz de Iberia, Vueling, British Airways y Aer Lingus– ha presentado resultados semestrales que constatan la dorso a la normalidad.
De enero a junio, el categoría logró dominar las pérdidas un 68%, al tener lugar de los 2.048 a los 654 millones de euros, especialmente gracias al buen comportamiento del segundo trimestre del año, durante el cual la compañía ya cerró en positivo con un beneficio de 133 millones de euros.
El asesor delegado, Luis Gallego, ha celebrado los resultados obtenidos: “por primera vez desde el eclosión de la pandemia hemos vuelto a la rentabilidad, eso ha sido gracias a la resistente recuperación de la demanda que se ha producido en todas nuestras aerolíneas”, ha puntiagudo durante la presentación de resultados.
Capacidad
Vueling supera los niveles prepandemia a nivel doméstico
Según sus cálculos, la capacidad operada (medida en asientos-kilómetro ofertados) alcanzó el 72% de los niveles prepandemia, si se comparan los resultados de este semestre con los del mismo periodo del año 2019. Gallego ha destacado el buen comportamiento de Vueling, que ha recuperado la capacidad al 100%. A nivel doméstico, la aerolínea incluso superó los niveles del 2019.
La recuperación del negocio se debe en gran parte al crecimiento de Iberia y Vueling y en particular, a la buena marcha de la demanda en el mercado castellano y iberoamericano. De hecho, Iberia ha sido la única empresa del categoría que ha cerrado todo el semestre en positivo, al obtener 4 millones de euros de ganancias. Vueling, en cambio, ha registrado unas pérdidas de 52 millones.
Hoy, el categoría se ha felicitado por el buen funcionamiento de los aeropuertos del país y más en concreto, por el aumento de la capacidad policial en los controles de pasaportes, que a principios de verano ocasionaron largas esperas de los pasajeros a causa de la equivocación de personal.
Una situación que contrasta con el colapso vivido en los grandes aeropuertos europeos y en particular, Heathrow, donde British Airways tiene una resistente implantación. A causa de las tensiones, la aerolínea ha registrado unas pérdidas de 424 millones y ha cancelado 2,9% de los vuelos que estaban programados.
De cara al conjunto del año, el categoría confía en poseer recuperado la normalidad en Reino Unido y cerrar el examen en beneficios. Todo ello a pesar de la hiperinflación y un encarecimiento del precio del combustible que el categoría ya ha repercutido en los billetes de planeo del consumidor. Sobre posibles alianzas, Gallego no ha descartado averiguar alternativas en América si no progresa la adquisición de Air Europa, que considera secreto para sostener el liderazgo en el sur del continente
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