Retenciones como las de este viernes en el situación de una operación salida habrá siempre, pero el colapso diario que sufren los conductores en sus desplazamientos cotidianos en la AP-7 puede estar mitigado si se cumplen los planes del Ocupación de Transportes. En cartera tiene 42 actuaciones planificadas para ejecutar en un plazo de entre cinco y siete primaveras como mayor, con el objetivo de mejorar la seguridad, aventajar capacidad de resiliencia frente a cualquier incidente y dominar la congestión constante desde que se levantaron las barreras de los peajes en septiembre del año pasado.
La prescripción pasa por ampliar carriles, construir nuevos enlaces y ejecutar actuaciones complementarias que ayuden a tramitar mejor el flujo de circulación. Entre unas cosas y otras se sumarán 223 kilómetros más de asfalto, de los cuales 163 corresponden a nuevos carriles y el resto a accesos y mejoras en el entorno.
La ampliación de carriles se combina con la construcción de nuevos enlaces de acercamiento a la vía rápida
La inversión general de 1.050 millones de euros combina los grandes proyectos de ampliación de la capacidad con actuaciones de microcirugía como nuevas entradas a la autopista que evitan dar rodeos por polígonos y carreteras secundarias, facilitando así los desplazamientos de miles de vecinos.
Son obras que la ministra Raquel Sánchez y el secretario común de Infraestructuras, Xavier Flores, han ido presentando durante los últimos meses con reuniones en diputaciones, consejos comarcales y ayuntamientos de todo el eje que conforma la AP-7 de punta a punta de Catalunya. Primero lo hicieron en el Penedès, luego en las Terres de l’Ebre, más tarde en el Vallès... con buena recibo por las administraciones locales en la mayoría de casos, aunque además con críticas de movimientos ecologistas y de promoción del transporte sabido.
“El aumento de la capacidad de la AP-7 es una puesta al día de la infraestructura para adaptarla a las circunstancias actuales, no es una desafío desarrollista ya que nuestro objetivo es dominar vehículos y potenciar la movilidad apto”, ha defendido la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, al presentar todo el paquete de actuaciones pocas horas antaño de que se volviesen a dar las clásicas retenciones kilométricas de cada viernes tanto al meta como al sur de la AP-7.
Un 40% más de tráfico en la AP-7 desde el algarada de las barreras de los peajes
Según los datos del Ocupación, desde que se levantaron las barreras de los peajes en septiembre del 2021 se ha incrementado el tráfico un 40% en la AP-7. La presencia de los vehículos pesados se ha disparado un 80%, un aspecto que Flores celebra porque “han dejado de circular por carreteras convencionales y han pasado a ir por donde más conviene”. A posteriori de varios meses en los que los únicos trabajos en la autopista han consistido en la retirada de las viejas cabinas de plazo, ahora ya toca pensar en el futuro.
Lo primero en materializarse serán las mejoras de los enlaces existentes, que son obras con último dificultad. Las ampliaciones de carriles, en cambio, tardarán poco más. Asimismo serán los trabajos de viejo coste, con 687 millones de euros de los 1.050 programados (aunque aún no presupuestados).
Cuando todas estas obras estén ejecutadas, el Gobierno ya deberá suceder resuelto el debate irresoluto sobre la financiación para sustentar las vías de entrada capacidad en el conjunto de España. El plazo por uso es una exigencia de Bruselas, pero la ministra Sánchez no está dispuesta a implantar un maniquí concreto hasta que no cuente con un “amplio consenso” prácticamente inverosímil de conseguir.
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