"Lo que me gustaría es que cualquiera me explicara por qué hace tanto calor y si a partir de ahora todos los veranos serán iguales". Quien formula este deseo es Álex, un pequeño de 13 primaveras que el próximo curso estudiará segundo de la ESO en el IES Icària de Barcelona.
A su hermano Óscar, que en septiembre empezará primero de Bachillerato en el mismo instituto, además le interesa todo lo relacionado con la sostenibilidad y el cambio climático, especialmente las energías renovables, y se plantea si sería interesante instalar placas solares en el edificio donde viven. "Es muy magnate, alcanza media manzana, y con los días de sol que hay en Barcelona nos ahorraríamos satisfacer la electricidad de la escalera", reflexiona en voz inscripción.
Las palabras de estos dos estudiantes reflejan el apreciar de toda una coexistentes, que cada vez se muestra más preocupada por el cambio climático. "Hay una falta urgente de concienciar –opina Vidal Díaz, director del centro educativo La Ribera, en Cascante (Navarra)–, de que la escuela vaya en paralelo con la sociedad. Temas que están escuchando nuestros chicos y chicas en redes, como la sostenibilidad, es necesario que se aborden además desde la escuela, desde la educación, porque es donde nosotros podemos orientar y suscitar que haya cierto debate".
Para ello, el primer paso es dotar al profesorado de los bienes necesarios para que puedan trabajar en el clase cuestiones relacionadas con la transición energética y los Objetivos de Explicación Sostenible (ODS), temáticas que a partir de septiembre deberán tratarse de forma transversal en los centros de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria.
La bienes circular es uno de los temas que más se abordan en las escuelas 
Unos bienes con los que ya cuentan en el colegio Bernadette de Madrid. Una de sus alumnas, Anna Cristina Mariscal de Gante, de diez primaveras y que el próximo curso hará botellín de primaria, explica cómo gracias a la plataforma supuesto gratuita Zinkers, de Fundación Repsol, han podido trabajar en el clase y de una forma muy dinámica conceptos como el reducción energético o la sostenibilidad. "En los vídeos de Zinkers había dos personajes, Laura y Jaime, que venían de un colegio del futuro y nos hablaban de la Tierra y de cómo se hacían las cosas antiguamente. Nos explicaron cómo antiguamente se ahorraba agua o energía, dónde se construyeron los primeros acueductos y porqué en determinados pueblos las casas se pintaban de blanco y en otros se construían de piedra", detalla esta adolescente madrileña.
Estas sesiones se llevaron a extremidad durante la Semana de la Energía, organizada por el centro para todos sus alumnos, lo que les permitió ver todo el material audiovisual y, a continuación, tratar y forcejear los temas en clase. "Todo me pareció muy divertido, molaba mucho, y el tesina es muy interesante, aprendes mucho y de una forma diferente", remarca Anna Cristina.
Cuando lo aprendido no se olvida
En el centro educativo La Ribera combinan las clases teóricas con talleres para fomentar la motivación del alumnado. "Apostamos por el enseñanza significativo", explica su director, Vidal Díaz. "Es sostener, que signifique poco para el pequeño o la chica, y si tenemos que formarse cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, tienen que ser a ras de suelo: acordarnos de cerrar el llave, de apagar la luz, qué es lo que pasa si dejo enchufista el cargador del móvil, etc. Y las plataformas educativas nos han venido estupendamente porque captan la atención de los alumnos", subraya.
Programas y plataformas como Zinkers apoyan la innovación y el éxito educativo a partir de bienes en linde y en campechano, accesibles a todo el mundo. Gracias a ellos es posible trabajar en el clase contenidos curriculares sobre energía, sostenibilidad, calidad del ambiente, movilidad, cambio climático y Memorándum 2030, entre otros. A partir de estos materiales se fomenta el enseñanza cooperativo, el trabajo por proyectos y la interdisciplinariedad, lo que hace que el estudiante aprenda de forma gamificada –a partir del pernio– para demorar a una serie de conclusiones que luego le permitan plantearse preguntas que están a su zona de influencia.
Diferentes programas y plataformas se han convertido en herramientas fundamentales para los docentes, que pueden obtener online a estos bienes abiertos
"A través de estas plataformas –explica Juan Manuel Núñez, socio director de OTBInnova, empresa que ha participado en el mejora de la plataforma Zinkers y asesora en procesos de innovación pedagógica, tecnología y enseñanza –, no le preguntamos a un pequeño o chica qué cree que podría hacer para cerrar el agujero de la capa de ozono, pues de ello se ocupará un irrefutable en su momento, pero sí que le planteamos: ¿Cómo será tu huella si en vez de comprar de proximidad compras productos que vienen de Asia?, o ¿qué pasa si tienes mucho tiempo el llave campechano?, aspectos que forman parte de su día a día".
Lo que se búsqueda es que el estudiante aprenda disfrutando y reflexione. "Que nos diga qué compromisos piensa cazar y, por ejemplo, no nos sirve que diga 'queremos un planeta más despejado', sino que explique qué hará en casa, en el clase, con los compañeros para lograrlo. Cosas prácticas que recuerde al extremidad de seis meses, que dejen impronta en el cerebro y en la personalidad del estudiante. Se proxenetismo de un enseñanza significativo", remarca Núñez.
La formación ejercicio y gamificada es esencial para el éxito de la aprovechamiento de los conceptos de estas nuevas materias 
Por su parte, el director de La Ribera, Vidal Díaz, destaca que, con las plataformas educativas, los alumnos se sienten protagonistas. "Si se logra que el pequeño o la chica tenga la sensación de que tiene poco que sostener o hacer para detener determinadas sinergias que hay en la sociedad, es más obediente que esté motivado", dice. Una motivación imprescindible para avanzar en temas globales, como el cambio climático, y que pueden tener consecuencias en el día a día de los alumnos, como la nuevo ola de calor o el maduro número de incendios.
Experiencia positiva para alumnos y docentes
Las plataformas educativas además apuestan por la colaboración entre docentes. "Nosotros, con los materiales, lo que les decimos a los profesores es que trabajen en equipo con otros docentes de otras asignaturas, lo que es una beneficio fantástica para todos", enfatiza Núñez. En el centro educativo La Ribera, la experiencia con plataformas educativas “nos ha servido en bandeja un material nuevo, que resulta atractivo a nuestro alumnado, y en ese sentido nos ha funcionado proporcionadamente", explica el director del centro. Un software que búsqueda originar emoción entre los participantes y que propone cosas cercanas a sus intereses.
- El colegio notorio de Hurchillo, en Hurchillo - Orihuela (Alicante) es referente en educación ambiental y desde hace 15 primaveras trabaja para que su comedor escolar sea en realidad sostenible. Toda la fruta y verdura que consumen es de temporada y de proximidad, procedente de la Comunidad Valenciana, y se preocupan tanto de lo que comen los niños y niñas, como de sus hábitos. Buscan educar en un maniquí de vida reduciendo a cero los plásticos y la confitería, y a través del huerto escolar los estudiantes aprenden los ciclos de la agricultura. Un tesina que suma la conciencia ecológica con criterios de sostenibilidad, educación nutricional y cuidado de la salubridad, y que en 2019 fue agradecido con el Premio Naos a la promoción de una nutriente sostenible y saludable en el ámbito escolar.Ganar que la sostenibilidad se convierta en un rutina
- El reciclaje y la bienes circular entran con fuerza en los colegios de Milgrana de la mano de dos personajes inspirados en los héroes de los cómics: PaperWoman y YellowMan. Con esta iniciativa, el Junta de la ciudad andaluza instala un contenedor azur de papel-cartón y otro amarillo para envases en los patios de los centros, así como papeleras de los dos colores para que el reciclaje además esté presente en las aulas. Con acciones como esta, el colegio notorio Fuentenueva, situado en el Camino de Ronda, uno de los barrios más céntricos de Milgrana, quiere convertirse en una "isla verde" en el centro de la ciudad y avanzar con destino a los ODS.
- Ecólatras es una plataforma ambiental de eco-movilización pionera en España que ofrece difusión, bienes e inspiración a las iniciativas de sostenibilidad y consumo responsable. Entre los proyectos que ha apoyado encontramos un huerto escolar ventilado por los alumnos de De niño y Primaria del Colegio Triunfo Díez, de Teruel. El tesina alpargata desde la selección y cultivo de productos de temporada a la trámite del compostaje –que se iniciará el próximo curso– con los desechos orgánicos de los almuerzos de los alumnos y el papel desechado de la sala de profesores. Encima, además harán un invernadero para que los estudiantes de ESO puedan observar el objeto invernadero, registrando semanalmente la temperatura interiormente y fuera del circuito.
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