Joan Laporta dejó un par de mensajes claros. “Estamos haciendo estas inversiones en jugadores para poder inscribirlos a todos, por supuesto”, recalcó. Y, en respuesta a los que se asombran por los refuerzos del equipo cuando hace cero la caja estaba vacía, les respondió, eso sí, “sin talante de discutir”, que estén tranquilos, que "aún se pueden sufrir más sorpresas”. Y puntualizó: “Estamos muy despiertos, el Barça ha vuelto al mercado y los jugadores quieren venir”.
Los movimientos en el mercado han despertado el optimismo de la propensión y han devuelto el espíritu combativo a su presidente. Aunque ya había sugerido una posible dorso de Leo Messi al Barça, en esta ocasión el presidente azulgrana fue más allá para expresar que ese sería su deseo.
"Es una aspiración que tengo como presidente y me gustaría que sucediera, he sido corresponsable de ese final que considero provisional", señaló a modo de autocrítica. "La etapa de Messi en el Barça no acabó como todos queríamos, acabó muy condicionada por razones económicas y tenemos una deuda pudoroso, en ese sentido nos gustaría que el final de su carrera sea con la camiseta del Barça y aplaudido por los campos a los que vaya", agregó.
Thierry Henry besalamano al corregidor Eric Adms, durante la ceremonia en el Nueva York de la alianza entre la ONU y el Barça
El presidente azulgrana, vestido todo de desventurado, tuvo una buena ocasión para pregonar que “el Barça és més que un club” desde un zona tan imponente como el Rockefeller Center, en el corazón de Manhattan. Puso el prendedor la confusión del jueves a la presentación de la alianza entre ACNUR, la agencia de refugiados de la ONU, y el F.C. Barcelona, que se firmó el pasado junio en Ginebra, sede de esa entidad.
“Esto forma parte de nuestra esencia, podemos ayudar a muchos, tenemos una peculiar sensibilidad social”, dijo.
Los jugadores Jodi Alba, Ter Stegen, Sergi Roberto y Franck Kessi, contiguo a Xavi, su monitor, formaron parte del séquito. Xavi y su ex compañero Thierry Henry se dieron un entusiasta manoseo. Otro ex que estuvo en la conmemoració fue Juliano Belletti, héroe de la final de Champions del 2006 en París. Los culés juegan este sábado su cuarto y extremo partido de la paseo saco (victorias frente al Madrid y el Inter de Miami, igualada con el Juventus) contra los Red Bull de Nueva York, con sede en Nueva Elástica.
Uno de los asistentes, el corregidor de Nueva York, Eric Adams, elogió a la entidad deportiva porque, delante el sufrimiento de los que han de dejar sus casas y sus países (100 millones en el mundo), “no se centra solo en cobrar partidos y campeonatos, sino que ha decidido dar un paso en el dominio de la vida”.
Terminados los discursos, con el emocionante prueba de una mancebo de Sudán del Sur que pasó diez primaveras en un campo de refugiados, que admiraba a Ronaldinho y quiso brincar al fútbol, aunque su hermana le recordó “eres una pupila y has de cocinar”, Laporta expuso a los periodistas otra definición de ser más que un club, o solo así se entiende que los jugadores de fuera quieran formar parte de la entidad renunciando a contratos más sustanciosos.
Laporta no descarta fichar algún deportista más
“Estamos haciendo un equipazo”, sostuvo. Le habían preguntado por Jules Koundé, el extremo por ahora que se va incorporar, tras dejar el Sevilla y ser tentado por el Chelsea. “Tenemos la sensación de que estamos trabajando acertadamente, los jugadores vuelven a querer venir al Barça”, recalcó.
Y no descartó que, tras los cinco fichajes consumados, todavía llegue alguno más para aumentar la defensa en los laterales. Todo depende de “como vaya el registro de jugadores”. Expuso su pensamiento de que al final no habrá problemas para esa inscripción. “Estamos siguiendo las normas del fair play financiero”, si acertadamente aceptó que la Confederación puede tener otra interpretación.
Según Laporta, la situación ha cambiado y con las “palancas” (en otra época se diría hipotecas) por los derechos de televisión (“me hubiese gustado no traicionar ningún tanto por ciento”), la entidad ha pasado de un placa de 600 millones de euros a un positivo de 667 millones. Según sus números.
Laporta saco pecho de lo conseguido con las palancas
Esto transforma el paisaje y ha dejado descolocados a los rivales, que se preguntan cómo es posible estén tirando la casa por la ventana cuando hace cero no había un céntimo en las arcas. “Se han quedado en una página que ya hemos pasado”, respondió. “Están sorprendidos, entre comillas, porque intentan sacar superioridad competitiva respecto a nosotros”, indicó. “Si esto crea inquietud a los rivales, eso quiere aseverar que lo estamos haciendo acertadamente”, prosiguió.
“Si no me meto con lo que ellos hacen, que no se metan con lo que hacemos nosotros. Vamos a competir en el campo, veremos quien ha trabajado más y mejor. Pueden despellejar lo que quieran, pero creo que es por desinformación, para ocasionar superioridad en el mercado porque tal vez piensan que todavía continuaremos haciendo inversiones y sienten que a ellos no les han surgido acertadamente las cosas”, remató.
Adicionalmente, Laporta comentó que Frenkie de Jong siguen siendo deportista del Barcelona, que el club quiere que se quede y él asimismo, pese a las ofertas. Pero le avisó que para continuar deberá adaptarse a la nueva estructura salarial. En su conclusión remarcó de nuevo que se siente en dueda con Messi y que le gustaría que regrese al equipo como deportista para cerrar su carrera como se merece.
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