Si en el debate del estado de la nación de hace dos semanas, Pedro Sánchez, fijó los destinatarios de los dos nuevos impuestos y la cuestación prevista, ahora ya conocemos la vía del Gobierno para conseguirlo. Para cobrar 7.000 millones en dos abriles, se gravará un 4,8% el ganancia de intereses y las comisiones de los bancos, y un 1,2% los ingresos de las compañías energéticas. En total, serán una veintena de empresas las afectadas, con prohibición expresa de repercutir el tasa al cliente y con sanciones del 150% si se incumple esta norma y se acaba trasladando el impuesto al consumidor.
De la vigilancia se encargará la Comisión Doméstico de los Mercados y la Competencia (CNMC) y en el caso de las entidades financieras, en colaboración con el Parcialidad de España. Sin retención, en la proposición de ley no se detallan mecanismos para comprobar que no se incrementan los precios de los servicios prestados.
Se inicia el proceso parlamentario para tener aprobados estos gravámenes antaño de final de año
Luego de 15 días de especulaciones sobre el método que se acabaría eligiendo y de protestas anticipadas de los afectados, este jueves las dos formaciones de la coalición de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, han registrado en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para este impuesto temporal que permite cobrar fondos extra para financiar las medidas que se están tomando para capear la crisis.
De esta forma, se inicia el proceso parlamentario para tener aprobados estos gravámenes antaño de final de año, para que el próximo febrero ya se realice el primer suscripción. Es un impuesto que a contrarreloj Hacienda ha diseñado para apoyar que no supongan una doble imposición, que no se puedan deducir del impuesto de sociedades y que tengan solidez jurídica para resistir los previsibles, y en algún caso ya anunciados, medios que presentarán las empresas afectadas.
En el caso de las industrias energéticas, que incluye tanto a eléctricas, gasísticas y petroleras, se aplica un tipo del 1,2% sobre el precio neto de la emblema de negocios que hayan tenido el año preparatorio. El suscripción de la prestación se realizará en el mes de septiembre de 2023 y 2024, pero ya habrá un suscripción destacado del 50% en febrero de cada año. El impuesto no afectará a todas las empresas, sino exclusivamente a las más grandes, las que superen los 1.000 millones de emblema de negocios. Por debajo de este comienzo no se paga, y se establece en colchoneta a las cifras de 2019, transmitido que en los abriles 2020 y 2021 hubo mucha volatilidad por la covid, de forma que no son los ejercicios más representativos.
En el caso de empresas con varias actividades, solo quedaran sujetas al tasa si la parte energética supera el 50% del precio neto de la emblema de negocios. Para avalar la certeza jurídica de la selección de empresas afectadas, se tendrá en cuenta la relación de operadores de los tres últimos abriles que publica la (CMNC). Por otra parte, el tributo solo gravará los ingresos por la actividad realizada en España, quedando fuera la parte del negocio que esté fuera de nuestras fronteras.
En Hacienda, se muestran confiados de que no será complicado sumar votos
Por lo que respecta a la banca, PSOE y Podemos plantean un tasa similar. En este caso, supone un 4,8% sobre el ganancia de intereses netos y comisiones netas de las entidades financieras con ingresos superiores a los 800 millones de euros. Este comienzo de 800 millones no se refiere a la emblema total de negocios, sino a su parte principal, a la suma de intereses y comisiones netos cobrados a los clientes. Regalado que supone el 80% de la facturación de la banca, se reduce el comienzo a 800 millones, para ayudar la misma proporción frente a los 1.000 millones de comienzo de las energéticas.
Será luego del verano cuando se iniciará la tramitación parlamentaria de estos dos impuestos que el Gobierno utiliza como emblema de un reparto más equitativo de los costes de la crisis, grabando a las energéticas, que están consiguiendo beneficios extras con el aumento de la energía y a un sector financiero que resulta poco afectado por el incremento de la inflación y que encima, tendrá más ganancia con la subida de los tipos de interés. Le tocará inquirir apoyos para aprobar la proposición de ley antaño de fin de año para que se puedan cargar los ingresos del presente adiestramiento.
Por el momento, han consensuado su posición entre las dos fuerzas de Gobierno, una vez quedaron descartadas algunas iniciativas de Podemos como la de incluir en el Código Penal un nuevo delito fiscal con penas de hasta 10 abriles de calabozo para determinadas prácticas en sectores estratégicos, como la energía y la banca. La propuesta fue rechazada de plano por los socialistas, por concepto y todavía argumentando que requeriría una ley orgánica que necesitaría de una mayoría más amplia en el Congreso.
Ahora, tocará sumar votos, empezando por los socios habituales del Gobierno. En Hacienda, se muestran confiados de que no será complicado, pero la negociación solo acaba de acelerar.
Publicar un comentario