El 25 de julio de 1992 toda España y miles de millones de personas en todo el mundo se sentaron frente a sus televisores para presenciar la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Unos Juegos que marcaron un antaño y un luego no solo en el deporte de nuestro país, sino en la imagen de toda España.
Durante la cita olímpica, España ofreció al mundo una lectura diferente, inexperto, organizada, triunfadora y con un gen campeón. Esa imagen comenzó a reflejarse en el momento en el que la delegación doméstico entró en el Estadio Altanero de Barcelona liderada, capitaneada y abanderada por el príncipe Felipe, hoy Rey de España. Esa imagen dio la envés al mundo y actualmente sigue siendo narración de muchos Juegos Olímpicos, como todavía lo es el brillante trabajo que realizó La Fura dels Baus desarrollando, entendiendo y realizando una ceremonia fantástico y única.
España ofreció al mundo una lectura inexperto, organizada y triunfadora
En aquella inauguración hubo muchísimos momentos destacados, pero quizá el que todo el mundo recuerda es el de aquella flecha mágica. Ese final exención de Juan Antonio San Epifanio Epi con la hachón. Esa preparación de Antonio Mesto para exhalar la flecha que encendió el pebetero y el corazón de todos los españoles. Fueron unos segundos eternos que acabaron representando el gran éxito del deporte gachupin, la excelencia y el compromiso por difundir los títulos del deporte a toda la sociedad.
Con esa flecha se inició el cumplimiento de un sueño y comenzaron dieciséis días de competición que iban a cambiar la imagen de un país y la mentalidad de toda la sociedad española. Los grandes artífices de ese cambio fueron 430 deportistas, –301 hombres y 129 mujeres–, que formaron parte del Equipo Altanero Castellano, compitiendo en 25 disciplinas y conquistando 22 metales, de los cuales 13 fueron de oro, 7 de plata y 2 de bronce, y 41 diplomas. Sus éxitos, sus llantos, sus alegrías y sus decepciones prendaron al mundo, dejando muestra de una España inexperto, triunfadora y con un gen campeón que se ha pasado reflejado en las generaciones futuras.
Juan Antonio Samaranch fue la figura más importante en los Juegos de Barcelona 1992
Pero si hablamos de Barcelona 1992, tenemos que charlar de la figura del auténtico líder del movimiento altanero mundial: Juan Antonio Samaranch. Él representó la idea, el plan y el avance. Y fue uno de los grandes artífices de este éxito. El pueblo gachupin le debe devolución eterna y en nuestro corazón está. No hay palabras para describir lo que hizo por la sociedad mundial.
Siquiera podemos dejar de mencionar a los voluntarios. El propio Samaranch en la ceremonia de clausura definió los Juegos de Barcelona 1992 como los mejores de la historia. Y yo creo que pasado el tiempo puede poseer Juegos en los que haya mejores instalaciones, mejores medios de transporte, que se batan todos los récords, pero estoy convencido de que en toda la historia ningún de los Juegos podrán aventajar un aspecto de la estructura de Barcelona 1992. Y esos son los voluntarios.
Han pasado 30 abriles y en todos los grandes eventos, Campeonatos de Europa, Mundiales, Juegos, se sigue hablando de los voluntarios de Barcelona 1992. Una de las características del pueblo gachupin es el cariño, la amabilidad y la sonrisa con la que se atiende a la clan, pero en los Juegos el voluntariado alcanzó el oro altanero. Fueron una de las joyas de la estructura y a todos ellos les muestro mi agradecimiento y agradecimiento por la gran labranza que realizaron.
Y llegó la ceremonia de clausura. Una ceremonia específico que nadie quería que terminase. Una ceremonia en la que todo el mundo reconoció el gran cambio y las diferentes sensaciones que se generaron respecto a la imagen de España. Allí destacaron Freddie Mercury, Montserrat Caballé, Sarah Brightman y José Carreras con Amigos para siempre. Esa acorde que se convirtió en el divisa de los Juegos, el divisa del Movimiento Altanero y de los que quieren cambiar la sociedad a través del deporte.
Pero, sin duda alguna, el mejor recopilación de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 es aquel momento de Juan Antonio Samaranch en la ceremonia de clausura calificando la cita como “los mejores Juegos de la historia”. Con ese remembranza nos quedamos y ojalá en un futuro próximo otra ciudad española pueda organizar otros Juegos.
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