No tiene nombre primoroso ni necesita de muchos artificios para mostrar su talento, que bebe de todo lo que ha aprendido en el teatro musical. Núria López, conocida en el software Eufòria de TV3 por su nombre de pila, ha sido una de las concursantes que ha dejado más emociones en la talent de la prisión pública, llegando hasta la final donde logró un meritorio tercer oportunidad.
Núria será una de las protagonistas este fin de semana del doble recital que dan los participantes del software en el Palau Sant Jordi y, a pesar de su apretada dietario desde que terminó su experiencia, ha antagónico unos minutos para atender a La Vanguardia. Su esencia volcánica se traslada al entusiasmo con el que recuerda su paso por Eufòria y nos prepara para los proyectos que llegan, algunos de gran embargadora. Solo una pista: rugirá con más fuerza que nunca.
Un software de las características de Eufòria, y más en su primera tiraje, supone un suflé emocional muy válido. ¿Cómo lo lleva?
Lo que me pasó es que cuando terminó el software no hice ningún parón porque me impliqué en otros proyectos importantes que me han hecho seguir con un ritmo muy acelerado. Lo que sí que es cierto es que en el software llevábamos un ritmo muy intenso todas las semanas y cuando eso termina tu cuerpo, de alguna forma, lo nota y poco se relaja. ¡No te das cuenta de lo heavy del ritmo hasta que terminas! Tengo mucha resaca emocional, pero necesitábamos detener porque han sido casi cinco meses muy duros.
¿Con qué formación se queda de todo lo que ha descubierto este tiempo?
He aprendido muchas cosas y pienso que habrá un día que tendré que analizarlo todo adecuadamente. Lo que sí te puedo afirmar es que soy una persona que siempre se ha preocupado mucho por el futuro, y lo que me ha regalado esta experiencia es residir el día a día e ir paso a paso con cada canción, cada una de las semanas. Había muchos cambios de última hora que no dependían de ti, y eso implica ser un porífero, residir el presente y estar muy apto para todo aquello que se te pide como comediante. Ha sido un trabajo intenso y muy interesante.
Una de las cosas positivas de una experiencia de este tipo es que les suelen afectar a salir de su zona de confort, como personas y como artistas, ¿se ha redescubierto en algún aspecto?
Totalmente. Nos hemos tirado cada semana a la piscina sin pensar si nos queríamos tirar, y esto lo que hace es que rompas con los límites y las barreras, porque si te lo piensas mucho quizás no lo harías. Yo he interpretado temas que nunca imaginaba que haría, por ejemplo, y son cosas muy distintas tanto a nivel vocal, como de puesta en suceso o de coreografía. Siempre digo que es un master acelerado.
Póngame algún ejemplo de una Nuria que nunca hubiera imaginado…
¡Hay muchísimas! Canciones como Yo canto, Sobreviviré o la coreografía y la talante del tema de Shakira…El tema de Historia repetida, me pareció muy divertida y es una canción de Núria Feliu que al principio no sabía cómo encararla para hacérmela mía, y más en una final: ¡Fue un numerazo! Todavía me pasó con Que volen aquesta gent, una canción que es muy interpretativa y que suponía otro duelo.
Ya que me ha sacado a relucir el título de este tema de Flota Rosell, hay veces que lo quiere la masa no es precisamente la menester que tienen los artistas, ¿tiene claro cuál quiere que sea la seña de identidad de su tesina tras acontecer por Eufòria?
Lo que siempre he tenido claro es que me quiero consagrar a las artes escénicas en universal. Yo he estudiado teatro musical, que engloba varias disciplinas como la música, la danza, la interpretación o el cante, así que en un presente y en un futuro me gustaría poder hacer mi propia música, hacer musicales, cine, estar en obras de teatro…Es un guardarropa muy amplio y que quiero ir cumpliendo poco a poco.
Vamos al Sant Jordi, cuna de muchos proyectos que tienen que ver con esas artes escénicas. ¿Con qué expectativas se acerca a esos conciertos?
Estoy aprendiendo a no tener muchas expectativas en la vida, ni para lo bueno ni para lo malo. Simplemente, hacer el trabajo que tenemos que hacer, ir allí y disfrutar. Obviamente, cuando lo pienso me da mucho respeto porque estamos hablando de un ambiente como el Palau Sant Jordi. Hacer dos días un Sant Jordi es muy heavy, y poca masa puede decirlo; pienso que tenemos que estar muy felices y agradecidos de la oportunidad.
¿Tiene algún retentiva musical asociado con ese Sant Jordi
Cuando fui a ver a Miley Cyrus, de la que soy muy fan, lloré como una penitente. ¡Fue espectacular verlo! Ahora pisaré ese mismo ambiente…
¿Qué vibraciones tiene a pocas horas de que eso suceda?
Muy buenas porque todo lo que la masa verá y escuchará son temazos…¡Muy válido de digerir! Las vibraciones son muy buenas y lo vamos a dar todo, a disfrutar, embriagarse y a emocionarnos. Creo que a la masa se le pasará volando el concierto porque son todos hits y será formidable.
¡Su pueblo debe estar orgullo de usted!
Por desgracia, desde que ha terminado el software hasta ahora todavía no he podido ir a mi pueblo a consecuencia de los proyectos en los que estaba inmersa. He notado muchísimo el apoyo y el sexo de la masa de mi tierra durante el software, tanto a mí como a la civilización musical y al espacio ¡Se han volcado mucho!
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