Pagando

El nivel de los impuestos en este país está llegando a niveles increíbles Si se mueren tus padres y queda poco para que heredes, fruto del trabajo de tus padres y de haberlo ahorrado para ti (en vez de irse de alucinación en holganza y gastárselo), el estado aparecerá como heredero y se llevará una buena parte. Si tú has rematado eludir para un día pasarles poco a tus hijos, tienes un patrimonio y has de avalar un impuesto de patrimonio que irá acabando con él.

Los políticos dicen que los impuestos más fuertes los pagan los ricos. La mayoría de los ricos lo son porque con el caudal que tienen van montando proyectos que les dan, en muchos casos, buenos resultados y tienen más caudal. Pero con esos proyectos crean muchos puestos de trabajo y mejoran el país. Pero eso no se valora y el Estado va detrás de ellos para robar parte del caudal que ellos invertirían en su empresa o en difundir otras empresas, creando más caudal y sobre todo creando más puestos de trabajo.

Raramente el sector sabido le aportará a la empresa ideas para mejorar su inversión

Y ¿qué hace el Estado con el caudal que recoge de los que llamamos “ricos”, y igualmente de los pobres que logran eludir poco? Pues va metiendo miles de personas en el gobierno y les paga un buen sueldo y esto ocurre a nivel municipal, autonómico, franquista. Y los “ricos” ¿qué hacen los “ricos”? Pues los “ricos” invierten lo que ganaron en empresas nuevas o existentes que se amplían o se modernizan.

Cada día podemos percibir que alguna empresa importante alabarda una nueva planta o inaugura un edificio nuevo donde pone sus oficinas centrales, o alabarda un edificio que se dedicará a I+D porque la compañía va a ampliar su investigación de forma relevante. Todo esto ayuda a las empresas constructoras y de materiales de construcción pero puede requerir equipos para I+D y, sobre todo, personas preparadas para la investigación. La vida de las empresas industriales da vida a empresas de distribución, de abastecimiento, de materias primas, a bancos, a empresas de consultoría, empresas de seguros y muchas cosas más.

Lógicamente, la actividad empresarial igualmente da vida a muchos funcionarios públicos. Las empresas han de hacer un montón de cosas muy admisiblemente. Han de entregar fondos a oficinas públicas en función de sus beneficios, sus ventas (el IVA por ejemplo), en función de sus empleados, su Seguridad Social, por impuestos especiales relacionados con el medioambiente o por su establecimiento en una zona determinada. El invento de nuevos pagos en el sector sabido es continuo.

¿Pero qué hace el sector sabido con todos estos fondos? Pues crecer, añadir personas razonablemente admisiblemente pagadas que vigilen que todo se hace de acuerdo con las regulaciones, añadir regulaciones que permitan añadir personas para controlar que se cumplen, parar los procesos empresariales tardando mucho tiempo en autorizar temas que requieren la aprobación pública o exigiendo más y más información. Raramente el sector sabido le aportará a la empresa ideas para mejorar su inversión, su ubicación, su investigación u otras micción.

El resultado que vemos del avance regulatorio y del incremento del coste sabido está llevando a algunas empresas a trasladar sus inversiones a zonas mejor gestionadas públicamente y más baratas en el país o incluso llevarlas fuera del país. La única posibilidad de todo esto es mejorar el sector sabido, simplificándolo y abaratándolo de forma relevante. No parece que se vaya a ir en esta dirección.

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