Hay clan con mala suerte en este mundo. Steven Sinofsky es uno de esos tipos con talento que llegó al sitio ideal en el momento erróneo. En su día lo nombraron responsable de Windows en Microsoft. Puntual cuando Apple, una de las compañías que mejor rendimiento ha sacado de la publicidad, empezó su campaña de anuncios Get a Mac (del 2006 al 2019), en la que un mozo desenvuelto y relajado se presentaba como un ordenador de la manzana en contraposición a su entrañable pero anticuado y estirado colega PC. “Hola, soy un Mac”, decía el protagonista, mientras su contendiente añadía “y yo un PC”.
No había igualdad en la que el Mac, vestido con ropa desenfadada, no superase a su colega, envuelto en traje y corbata pasados de moda. Los anuncios eran ingeniosos, inteligentes, imaginativos y siempre provocaban una sonrisa. Más en quienes utilizaban ordenadores de Apple, pero el objetivo no eran ellos, los convencidos, sino advertir a un sabido hendido a dar ese brinco, destacando las mejores características de OS X, el sistema activo de la compañía de la manzana que muchas personas no conocían.
Apple es una de la compañías que mejor rendimiento ha sacado de la publicidad
Sinofsky explica en un amplio artículo cómo vivió aquella campaña. Los anuncios de Apple, admite, “cambiaron la novelística de la competencia de la perplejidad a la mañana y fueron un doloroso chiste de tripa que me dio la bienvenida a Windows”. “Eran atrevidos, brutales en su ejecución y atacaban a Windows con hechos”, concluye. Para el responsable de Windows, los anuncios de Apple “eran una gran publicidad. La gran publicidad es poco que Apple parecía ganar de forma rutinaria, mientras que Microsoft encontró que era una sagacidad esquiva”.
La campaña Get a Mac llegó puntual en el momento de expansión de las redes sociales, que han consumido polarizando el pensamiento en todo tipo de ámbitos por todo el mundo. Y coincidieron con el propagación de Windows Olfato, posiblemente el peor sistema activo de Microsoft. Apple consiguió rasgar en su valimiento una brecha en la opinión pública, aunque eso no se reflejara entonces en un significativo aumento de las ventas de Mac.
El protagonista Mac de la campaña de Apple era un reputado actor, Justin Long, quien muchos primaveras más tarde fue reclutado por el fabricante de procesadores Intel para explicar las bondades de los PC frente a los cada vez más reputados ordenadores de la manzana. Puedes pagarle mucho metálico a Long y convertirlo en un renegado, pero otra cosa es convencer al sabido. Como comentó un heredero en internet, “puedes fallecer como un héroe o proceder lo suficiente para convertirte en un traidor”. O eres de Mac o de PC, Coca-Pan dulce o Pepsi, Nocilla o Nutella, tortilla de patatas sin o con cebolla. Son los tiempos que corren.
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