La presencia de jabalíes en las ciudades, merodeando en rebusca de alimento en papeleras o contenedores, es una imagen cada vez más habitual. Siquiera es extraordinario verlos en otros ámbitos que mínimo tienen que ver con los bosques donde hasta hace poco encontraban toda la comida que necesitaban, como la primera radio de costa, yuxtapuesto al mar. Aunque algunos adultos ya habían sido agredidos por este mamífero salvaje, este lunes se registró el primer aviso trascendental en Catalunya con un último como protagonista.
Una pupila de diez primaveras resultó herida en una pierna tras ser atacada por un ungulado que le clavó los colmillos. Los hechos ocurrieron en la playa Gran de Cadaqués, sobre las 10 de la oscuridad, cuando el animal –un ejemplar maslo– arrancó a pasar tras un congregación de niños que estaban jugando en un extremo de la playa. La último fue trasladada al centro de atención primaria (CAP) de Cadaqués y seguidamente al hospital de Figueres, donde le curaron las heridas. El paseo transatlántico estaba realizado de muchedumbre en el momento de los hechos.
La alcaldesa Pia Serinyana reconoce que no es la primera vez que se ven jabalíes en la playa ni en el pueblo y ayer pidió intensificar las medidas de control para apurar con lo que califica de auténtica “plaga”. “Es un trascendental problema porque cada vez proliferan más; es una plaga y hay que combatirla como tal”, expuso la regidora, que pide medidas efectivas para que no críen tanto. En cada camada nacen seis o siete crías.
Se realizarán capturas en vivo de jabalíes con cajas trampa en el entorno del municipio
En una reunión celebrada ayer por la tarde con el cuerpo de Agents Rurals, las dos administraciones decidieron interpretar en tres direcciones: por una parte se realizarán capturas en vivo de jabalíes con cajas trampa en el entorno del municipio así como capturas con teleanestesia. Encima, habrá un decano control de la policía nave de la ordenamiento municipal que prohíbe dar de tomar a estos animales, una mala praxis que es uno de los grandes quebraderos de persona de muchos ayuntamientos. Una conducta que no hace más que incrementar su presencia en entornos urbanos y que se ha agravado con la sequía que sufren las zonas boscosas y la errata de alimento. “Estamos rodeados de bosques, pero allí ya no encuentran comida ni bebida; por eso vienen al pueblo, con el perjuicio de que la muchedumbre no tiene conciencia de que son animales salvajes y les da comida”, explica.
El plan de choque que prepara la Generalitat para frenar su
expansión implica, entre otras medidas, una campaña de sensibilización para evitar que la muchedumbre les dé comida o la presencia de la figura del “cazador diestro”. Por ahora las batidas han demostrado ser claramente insuficientes. Encima, se da la circunstancia de que en verano no se permite la caza.
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