Los administradores de Sierra Nevisca han decidido, de forma generalizado y graciosa, que los montañeros ahora deberemos seguir un camino predeterminado para alcanzar la cumbre del pico Veleta.
Resulta irónico que, en una montaña que está superurbanizada y con contaminación lumínica, sonora y de vehículos, el viejo problema sea que los montañeros subamos de forma escapado por la montaña. Entiendo, encima, que una montaña que se cubre de cocaína durante la viejo parte del año conserva de forma natural su cubierta vegetal autóctona. Como ecologista, considero que quizá sería mucho más efectivo desmantelar las pistas de esquí. Como dice el refrán, mejor reír por no gemir frente a los individuos que cobran de nuestros impuestos por tomar estas decisiones irracionales.
José-Fermín Peña Bueno
Premià de Mar
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