Tanto un agente de los Mossos d'Esquadra como uno de la Policía Doméstico, para pasar su primera grado de competición, debe acoger formación sanitaria en primeros auxilios. Una formación que fue secreto el pasado 14 de julio en una comisaría de Barcelona, cuando la rápida acto de dos agentes, uno de los Mossos y otro de la Policía Doméstico, salvó la vida a un hombre que sufrió un infarto mientras renovaba su DNI.
Vicente, de 75 primaveras, se encontraba en las dependencias de la Policía Doméstico compartidas con los Mossos en la plaza Espanya de Barcelona. Estaba sentado, en su turno para renovar el DNI cuando, de repente, se desplomó.
Funcionarias de la misma Oficina de Documentación se dirigieron de inmediato a socorrer al hombre, que no respondía a ningún estímulo y tenía una respiración muy débil. Además se acercaron rápido dos agentes, uno de la Policía Doméstico y otro de los Mossos, un caporal que estaba fuera de servicio, acompañando a sus hijas a renovar el pasaporte, que tras comprobar que tenía el pulso muy débil, lo colocaron en posición de seguridad y le practicaron los primeros auxilios.
Como explican los propios Mossos en un comunicado, "de forma urgente y muy coordinada, mientras el agente de Policía Doméstico se encargaba de desobstruir las vías respiratorias para permitir el paso del medio, el caporal de los Mossos inició las maniobras de reanimación cardio pulmonar".
Susto en una comisaría
Los dos policías se coordinaron para practicarle las maniobras de reanimación mientras esperaban el desfibrilador
Instantes a posteriori, otro agente de la policía catalana llegó con un Desfibrilador Forastero Involuntario (DEA) para aplicarle las descargas. Inmediato a otros policías y personal chupatintas de la Comisaría, siguieron con las maniobras de reanimación hasta que llegaron los servicios sanitarios, que trasladaron al hombre al hospital.
El mismo día que ingresó, Vicente fue intervenido de necesidad y con éxito en el hospital. Y dos días a posteriori, el servicio de cardiología confirmó a los Mossos que el hombre de 75 primaveras estaba perfectamente y no sufriría ninguna secuela.
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