Graham Browne es un diseñador de automóviles que en el pasado trabajó para compañías de agradecido prestigio en el sector de la automovilismo como Jaguar, Land-Rover y Bentley. Además lo hizo para Dyson, la empresa de aspiradoras del multimillonario anglosajón Sir James Dyson, que pretendía comercializar un coche eléctrico para competir con Tesla. Pese a colaborar con esas grandes marcas, Browne afirma que la complejidad de los modelos y la norma que deben cumplir los coches representa un obstáculo para realizarse como diseñador.
“Para diseñar un coche puntada con tres nociones esencia: protección contra la intemperie, seguridad y un pequeño espacio para el equipaje. Este es el camino a seguir”, afirma Browne, quien en 2016 fundó Northern Light Motors, una pequeña empresa dedicada a averiguar respuestas al desafío que constituye la movilidad personal, urbana y sostenible que se empieza a dibujar en las grandes ciudades.
Bajo estas premisas, Browne ha diseñado un coche que se inspira en los monoplazas de competición de principios del siglo pasado. Es de reducidas dimensiones, tiene espacio para transportar a un único inquilino y “tres o cuatro bolsas de supermercado”. Esto es lo que admite la propia compañía, que asegura que una persona de talla media puede acomodarse sin dificultades en el habitáculo.
El pequeño monoplaza, de 3,4 m de largo, 1,28 m de orondo y 1,15 m de stop, se presenta bajo tres opciones mecánicas. La primera de ellas, el 428-Blue, es de color cerúleo y funciona a pedales, como una biciclo. Lógicamente, es la opción más económica de las tres y cuesta 4.000 libras esterlinas (unos 4.700 euros).
El transporte se fabrica bajo tres opciones mecánicas: a pedales, con pedaleo asistido y 100% eléctrico
A continuación, encontramos el 557-Green, de color verde, que aumenta la potencia de pedaleo al estar equipado con un pequeño motor eléctrico de 250 W alimentado por una grupo de 10,5 Ah. Tiene una autonomía eléctrica máxima de 80 kilómetros y su precio parte de las 5.000 libras esterlinas (unos 5.800 euros).
Por final, el maniquí 630-Red, de color rojo, es totalmente eléctrico. Cuenta con una grupo de 48 voltios y 20 Ah que alimenta a un motor eléctrico de 1,5 kW de potencia máxima. Esto le permite alcanzar una velocidad máxima de 50 km/h y una autonomía de hasta 65 kilómetros. El precio del transporte, que en el Reino Unido está catalogado como motocicleta, es 6.100 libras (unos 7.100 euros), poco más elevado de lo que estaba previsto inicialmente al utilizar material procedente del propio país para no servir de los vaivenes del mercado chino.
Incluso el maniquí totalmente eléctrico utiliza ruedas de biciclo y tiene una autonomía de hasta 65 kilómetros
El mono diseño del coche aún lo es más por un detalle que no pasa desapercibido. Usa solo tres ruedas, dos de ellas en la parte delantera y una en la zona central trasera, y son las mismas que montan las bicicletas convencionales. Las tres versiones del pequeño monoplaza equipan faros delanteros, luces de freno e intermitentes, aunque estos últimos son difíciles de ver a la luz del día.
Northern Light Motors ya ha comenzado a producir este verano el maniquí 100% eléctrico, el más sofisticado, que si no surgen imprevistos va a estar acondicionado a principios del próximo año. La compañía admite reservas en su página web pagando un depósito de 250 libras esterlinas (unos 300 euros) que se descontarán del precio final.
Por ahora, el transporte diseñado por Grahan Browne exclusivamente ha conseguido la homologación para circular por el Reino Unido. La compañía negocia actualmente la logro del permiso para que incluso pueda comercializarse en Europa y en los Estados Unidos.
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