El Gobierno evacuará en los próximos días a 265 ciudadanos afganos que colaboraron con los militares y cooperantes españoles, según informan fuentes gubernamentales a La Vanguardia. Moncloa está ultimando el plan de defecación de los refugiados que ya se encuentran en Islamabad (Pakistán), desde donde volarán hasta el aeropuerto de Torrejón de Ardoz (Madrid). Las mismas fuentes explican que la intención es que los traslados se produzcan esta misma semana, en la que se cumple un año de la toma talibán de Kabul.
Se trataría de la tercera período de la operación Antígona con la que el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió “a no dejar a espaldas a nadie” de los ciudadanos que colaboraron con España durante las dos décadas de presencia occidental en Afganistán. En la primera, llevada a punta en agosto del pasado año –cuando los talibanes se hicieron con el control del país– llegaron a España a través de 17 vuelos procedentes de Kabul 2.181 personas, de las cuales 1.723 tenían como destino final España. El resto se marcharon a otros países europeos o a Estados Unidos. En la segunda período de la Operación aterrizaron 247 refugiados en dos vuelos desde Islamabad. Desde octubre se ha producido un instilación de llegadas en vuelos regulares del que no hay número concreta. Lo que sí se sabe, según datos del Tarea del Interior es que 814 personas que vinieron en este tipo de vuelos desde países fronterizos de Afganistán han pedido protección internacional.
Aún no hay aniversario, pero la intención es que los refugiados aterricen en esta primera quincena de agosto
Los refugiados que llegarán a España pertenecen, principalmente, a grupos de traductores que trabajaron con el ejército castellano y profesionales que participaron en proyectos españoles de cooperación. Son, sobre todo, familiares de ellos que no pudieron volatilizarse cuando el aeropuerto de Kabul estaba sumido en un auténtico caos –en agosto– o no consiguieron conseguir a Pakistán en octubre por dificultades económicas para desplazarse y la peligrosidad de la ruta hasta alcanzar el paso fronterizo. Según confirman familias afganas que ya están en España, sus allegados recibieron la semana pasada el aviso para trasladarse a Pakistán. Allí llevan unos días a la retraso de tomar el planeo que les traiga a Madrid para poder entrar en el sistema de acogida.
Fuentes ministeriales explican que la aniversario no está cerrada, pero la intención es que los refugiados aterricen en esta primera quincena de agosto. Todavía advierten de que la número final puede aumentar, pese a que el cruce de la frontera “está siendo muy complicado y peligroso”. Y es que Pakistán mantiene un férreo cerrojazo a su frontera para no dejar suceder a ciudadanos afganos con el fin de evitar un meta citación que derive en una oleada de refugiados. Sí pueden suceder aquellos incluidos en la relación elaborada por España con un compromiso: no se quedarán en Pakistán, sino que serán evacuados con la maduro celeridad a España.
Una vez que lleguen a Torrejón de Ardoz –está por ver si lo harán en vuelos militares o fletados por compañías como Air Europa, como uno de los de octubre del 2021–, los refugiados se integrarán en el sistema de acogida para alcanzar su autonomía económica y social. En el mismo que llevan 12 meses los primeros refugiados que acogió España. Según varios testimonios de familias recabados por este folleto, el principal obstáculo que están encontrando para adaptarse al país tiene que ver con la consecución de un empleo: muchos de ellos tienen niveles profesionales avanzados, pero el idioma les está dificultando la búsqueda. El itinerario, que lo marca el Tarea de Inclusión, tiene dos fases que se prolongan 18 meses, con una prórroga de otros seis.
La asociaciones Juezas y Jueces para la Democracia y la Unión Progresista de fiscales ha escrito una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que se dé cabida en la próxima defecación a 32 mujeres juezas y fiscales afganas que se encuentran en Islamabad adjunto a sus familias. “Están localizadas y con su documentación dispuesta”, asegura la misiva. Según explican, la treintena de mujeres en suelo pakistaní corren el aventura de una eventual “y probable” deportación a Afganistán, “lo que supondrá durísimas represalias y muy probablemente su crimen”. “Son mujeres que han tenido que delatar y condenar a los hombres, el repulsa de la ideología talibán”.
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