Impacto limitado de la huelga interprofesional francesa

La huelga interprofesional convocada este martes por los sindicatos franceses en demanda de alzas salariales que compensen la inflación está causando molestias a los ciudadanos, sobre todo de movilidad, pero no ha sido masiva y el país ha quedado allá de paralizarse.

Numerosas actividades se desarrollan con normalidad, especialmente en el sector privado. El problema más necesario continúa siendo la desliz de carburante en las gasolineras correcto a la huelga en las refinerías de TotalEnergies.

Las acciones reivindicativas han afectado a los trenes y el transporte conocido, aunque manteniendo un amplio servicio leve en la mayoría de casos. Han parado parte de los empleados de la función pública, de los servicios de basura en algunas ciudades, de guarderías y residencias de ancianos. Los empleados de mantenimiento en varias centrales nucleares hacen huelga desde hace varias semanas. Es difícil estimar el seguimiento existente a escalera doméstico. Por ejemplo, según el Gobierno,  solo el 6% de los docentes no acudió al trabajo







El líder de la CGT, Philippe Martínez, siempre habló de "huelga generalizada" pero no común, entendido de que un seguimiento masivo sería improbable

El secretario común de la Confederación Común del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, ya se curó en vigor días ayer y habló siempre de "huelga generalizada" pero no de huelga común, entendido de la dificultad de movilización.  Quien sí usó el término de huelga común, con más entusiasmo que realismo, fue Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa (LFI, izquierda radical y populista).

Los trenes regionales han sido los que han sufrido más cancelaciones. Sin retención, el tráfico internacional y el de los convoyes adhesión velocidad (TGV) ha sido casi común. Con todo, la compañía SNCF podría alcanzar la huelga, a pesar de que sus trabajadores han rematado ya alzas salariales significativas.







La paciencia de los ciudadanos se está agotando correcto a las colas en las gasolineras

Las colas en las gasolineras se mantienen como el problema que más encrespa a los franceses porque la situación dura ya desde hace varias semanas. El respaldo a los huelguistas ha caído con fuerza durante los últimos días, según las encuestas. En vísperas de las dos semanas de recreo escolares de Todos los Santos, las dificultades para repostar agotan la paciencia porque hacen peligrar los desplazamientos. El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, anunció que se recurrirá de nuevo a la movilización forzada de algunos trabajadores de gasolineras y depósitos de carburante para avalar el suministro.

Están previstas unas 150 manifestaciones de apoyo a los huelguistas en toda Francia.  La de París comenzará en la plaza de Italia y terminará en Los Inválidos, en la beneficio izquierda del Sena.







El Gobierno usará un artículo de la Constitución que permite aprobar los presupuestos por decreto, orillando al Parlamento

Más allá de la agitación social, que es todavía un pulso al Gobierno, se aproxima un momento delicado con el probable uso del artículo 49-3 de la Constitución para aprobar por decreto el presupuesto del 2023 y no responsabilizarse la mayoría de enmiendas introducidas por la examen e incluso por algunos diputados macronistas que no siguen las directrices del Gobierno. El portavoz Véran indicó en una entrevista con el canal France-2 que ese trámite extraordinario para los presupuestos podría realizarse mañana mismo.

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